(Expansión) - En la industria del Entretenimiento y Medios (E&M) en México, los sectores que impulsan su crecimiento en el mediano plazo son el acceso a internet, la televisión tradicional y la publicidad en internet. Adicionalmente, existe un crecimiento relevante en suscripciones en plataformas de streaming y observamos cómo el gasto en publicidad en internet va en franco ascenso. ¿Qué es lo único que puede ralentizar este avance? El escaso desarrollo de infraestructura que impida sostener el crecimiento que requieren las tecnologías.
Desarrollo de infraestructura, ¿obstáculo para la digitalización?
No es nada nuevo, sabemos de sobra que la pandemia aceleró la adopción de tecnología y su evolución. Por ejemplo, los ingresos de mercado de internet de banda ancha fija fueron en el 2019 de 3,580 millones de dólares (mdd); en el año 2022 fueron de 4,399 mdd y este año se proyecta que alcanzarán los 4,671 mdd. Es decir, 30% más que el año previo a la pandemia.
Sin embargo, también durante los últimos años estamos observando un fenómeno poco común: la demanda de nuevas tecnologías, las cuales están llegando muy rápido al mercado; a una velocidad nunca vista, por lo que necesitamos acelerar el proceso de despliegue de infraestructura. No hacerlo significaría frenar el desarrollo e incluso el consumo de tecnología.
En el caso del crecimiento de la red 5G, si bien, durante el año pasado, las compañías hicieron una apuesta relevante: aproximadamente 50 ciudades en el país disponen ya de este servicio, aún estamos lejos de su generalización. Además, su costo es elevado y las empresas tienen que hacer grandes inversiones para desarrollar la infraestructura. Algunos de los beneficios de esta red son el aumento en el número de usuarios de internet, el consumo de datos y conectar un mayor número de dispositivos electrónicos.
La masificación de la tecnología nos pisa los talones. Por ejemplo, en términos de publicidad digital hemos visto que ya se consolidó como categoría en sí. En años anteriores habíamos notado una migración gradual de la publicidad tradicional a la digital. En el 2022 la categoría se consolidó. Esto también se lo debemos a la pandemia. Nuestras proyecciones indican que la publicidad en internet será el rubro más importante del sector publicitario en México, por encima de la publicidad en televisión, radio y en exteriores. De acuerdo con el estudio Global Entertainment & Media Outlook 2022-2026, el gasto en publicidad en México en internet móvil este año será de 3,749 mdd, y en 2026 será de 4,784 mdd.
¿Qué papel jugará la TV tradicional en la publicidad? ¿Desaparecerá? No, pero se convertirá en una herramienta auxiliar –ya prácticamente lo es–para diseminar grandes mensajes que permitan formar una marca y también continuará siendo útil para ofrecer mensajes institucionales.
Sobre el streaming –mercado ya también consolidado–, veremos, por ejemplo, que la batalla continuará. Hoy, los usuarios están suscritos en promedio a tres servicios: básicamente tienen dos fijos y uno es variable. Esto depende de los gustos del mercado, pero la tendencia creciente continuará. El video over-the-top (OTT), que engloba servicios de streaming y video transaccional, será de los contenidos más consumidos por los mexicanos en los siguientes cinco años. El año pasado, el valor del mercado de estos servicios fue de 1,257 mdd; en 2026 se estima que el valor será de 1,899 mdd, crecerá 50%.
El metaverso no queda fuera de la ecuación. Continuaremos presenciando el lanzamiento de metaversos. ¿Podríamos hablar de masificación? No, aún estamos lejos, pero las empresas continuarán aprendiendo y experimentando; buscarán la manera de tener tecnologías menos costosas y también deberán comprender cómo atender a los diversos públicos dentro del metaverso –en el desarrollo de esta tecnología, el crecimiento de la red 5G juega un papel fundamental–. Por el momento, y en el mediano plazo, el metaverso será un canal más dentro del principio de la omnicanalidad, en el que el e-commerce jugará un papel protagónico.
Este viaje no tiene retorno; continuaremos observando cada vez mayor adopción tecnológica, y consumidores ávidos de nuevos productos y servicios tecnológicos. Sin embargo, el desarrollo dependerá de la creación de políticas públicas en México que permitan mayores incentivos para el desarrollo de infraestructura, que, a su vez, incremente la inclusión de la sociedad en el ámbito digital. Y es que más allá de disponer de nuevos productos y servicios, se trata de no obstaculizar el avance de la economía digital por las entidades privadas para no perder competitividad frente a otras economías de la región y globales.
Nota del editor: Anderson Ramires es Socio Líder de TMT & Digital Services en PwC México. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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