México, por ejemplo, ha incrementado de una manera muy importante el consumo de internet, incluso más que otros países de Latinoamérica. De hecho, se espera que, en el año 2022, México supere a Brasil como el mercado más grande de OTT (servicios Over-the-top). Este escenario se ha visto fortalecido por la reforma en telecomunicaciones y las alianzas estratégicas que han generado entornos competitivos. Sin dejar a un lado los cada vez mayores ingresos de internet móvil, que podrían alcanzar 7,000 millones de dólares (mdd) en 2023.
Este panorama ha empoderado de una manera muy importante a los consumidores, quienes demandan servicios y contenidos cada vez más especializados y que se adapten a sus preferencias, entornos y horarios. Sí, muy atrás quedaron esos años cuando llegar a casa para ver el programa favorito de las 8 de la noche era de vida o muerte.
De acuerdo con el reporte A New Video World Order, es necesario considerar varios factores para satisfacer a los cada vez más exigentes consumidores, como las diferencias locales y regionales en temas de ingresos, regulaciones, cultura e infraestructura. Ya algunas empresas dedicadas a la generación de contenido han probado diversos modelos de precio en ciertos mercados, con base en diferencias económicas y hábitos de consumo. ¿La clave? Conocer muy a detalle el perfil de nuestro o nuestros públicos meta.
No es casualidad que para el año 2023, las áreas de marketing asignarán más del 50% de sus presupuestos a la publicidad digital, de acuerdo con el más reciente GE&MO.