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#Entrelíneas | Edomex, ¿el ocaso del ‘Grupo Atlacomulco’?

La breve historia de cómo un poderoso clan se debilitó no solo por la pérdida de financiamiento, sino también por sus activos negativos, la carga de fobias, la simpatía de contrarios y deslealtades.
lun 15 mayo 2023 06:10 AM
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De acuerdo con encuestas, Delfina Gómez tiene ventaja sobre Alejandra del Moral en las preferencias electorales rumbo al 4 de junio de 2024.

En 1925, Carlos Riva Palacio tomó posesión del gobierno del Estado de México. Poco después, este político mexicano sería parte de los fundadores del Partido Nacional Revolucionario (1929), que después fuera rebautizado como Partido Revolucionario Institucional (PRI). Así, a partir de su gestión, el estado con el mayor músculo electoral del país ha estado bajo control de 23 gobernadores con la misma formación política. Hoy la vieja tradición tendría sus días contados.

El próximo domingo 4 de junio, si la estimación de las encuestas preliminares no se equivoca, la historia de la entidad con cerca de 17 millones de habitantes registrará un punto de inflexión que podría describirse así: no hay mal que dure 100 años y pueblo que lo resista; es decir, la hegemonía del partido político que ha detentado el poder por casi un siglo estaría por llegar a su fin. Consummatum est.

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Alfredo del Mazo Maza entregaría el poder del gobierno del Estado de México a Delfina Gómez, candidata de la Coalición ‘Juntos Hacemos Historia’ formada por los partidos Morena, PT y Verde, y así se consumaría la derrota de un grupo político derivada por varios factores: la influencia del Presidente de la República, la gestión gris del actual gobernador, el desmantelamiento de la operación política…

Con ello, también vendría un quiebre en la clase política de la región. La influencia del ‘Grupo Atlacomulco’ perdería penetración ante la corriente que tiene como mentor a Andrés Manuel López Obrador. La agrupación política en su momento liderada por Carlos Hank González y actualmente conformada por exgobernadores del estado se enfrentaría al dilema de reacomodarse o perder cotos de poder.

Es la breve historia de cómo un poderoso clan se debilitó no solo por la pérdida de financiamiento, sino también por sus activos negativos, la carga de fobias, la simpatía de contrarios y deslealtades.

El 1 de febrero de 1827 se declara a Texcoco como la capital del Estado de México. El 5 de julio de 1830 deja de serlo y Toluca se convierte en el centro neurálgico para la toma de decisiones. Así, al paso de los años, políticos conservadores, otros insurgentes, militares, se traspasaron el poder. Muchos años después, bajo el cobijo del PRI se formó aquel grupo cuya existencia es rechazada por sus propios integrantes y que entre sus filas están Alfredo del Mazo González, Arturo Montiel Rojas, Enrique Peña Nieto, entre otros.

De acuerdo con analistas que han seguido muy de cerca a los miembros del ‘Grupo Atlacomulco’, la debacle comenzó en 2018 con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República, quien ya en el poder colocó como ‘poder paralelo’ a Delfina Gómez, al fungir como comisionada de la autollamada Cuarta Transformación en el Estado de México. De esta forma, la gestión del actual gobernador era acompañada por una incómoda ‘sombra’ que seguía sus pasos y a su vez dificultaba su camino.

Mucho antes de cada elección estatal, los exgobernadores solían reunirse para ir de la mano rumbo a la definición del candidato del PRI a la gubernatura del estado. Esta ocasión no. Algunos exgobernadores le han hecho vacío a Alejandra del Moral, otros han aparecido en sus actos de campaña pero su presencia ha sido muy tímida. Tampoco goza del respaldo del actual gobierno del estado.

El ‘factor dinero’ también ha sido un ingrediente. Ante la baja en su financiamiento público, el PRI ha sufrido el desmantelamiento de su estructura promotora del voto. La ‘vecinocracia’ encarnada en líderes reconocidos dejó de operar a su favor, debido a la falta de dinero para pagarles. Incluso, muchos de ellos han ‘renunciado’ a sus principios y han migrado para apoyar a la candidata del Presidente.

También, es cierto, se observa que un apoyo frontal de Alfredo del Mazo Maza hacia Alejandra del Moral (candidata por la Coalición Va por el Estado de México) podría ser contraproducente dado que se considera que el actual gobernador es un activo negativo, al tiempo que Delfina Gómez, más allá de las fobias que pueda acarrear, es reconocida por ser una activista que sabe tocar puertas.

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Aldo Muñoz Armenta, investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México tiene una mirada diferente: “Los operadores de Morena tienen el respaldo de manera indirecta del gobierno federal y de un discreto involucramiento de los gobiernos estatales de Morena que colindan con el estado. A los morenistas no les gustan mucho las estructuras locales permanentes. Son muy desconfiados de éstas porque temen que sean intimidadas por grupos delictivos o cooptadas por algún grupo de poder local. Entonces deciden que sus estructuras sean itinerantes”.

En su opinión, el dinero no es el factor que está determinando el curso de esta elección. “El dinero es importante, pero el elemento clave es el peso que tiene el presidente como símbolo de atracción electoral. Además, el segundo factor es el PRI, que registra muchos negativos en todas las encuestas serias. Así, no necesitas dinero como promotor del voto para decir que el PRI es el partido por el que menos debes votar”, afirma Muñoz Armenta.

Bajo ese contexto, si no ocurre un tsunami, el resultado de la elección ya estaría definido. Frente a eso, ¿el ‘Grupo Atlacomulco’ tocará la puerta de la oficina de Delfina Gómez para ponerse a sus órdenes? Por lo pronto, junto con el PRI, tendrá que abrir un espacio para la renovación de cuadros y esperar que el tiempo alivie su tormento.

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No hay mal que dure 100 años y pueblo que lo resista. Pero, ¿qué sigue después? Para los analistas, la principal preocupación radica en la falta de experiencia de gobierno de Delfina Gómez. También, en los grados de competencia de los miembros de su gabinete. ¿Se rodeará de un equipo inteligente y capaz de gobernar? Prendan sus veladoras.

Nota del editor: Jonathán Torres es socio director de BeGood, Atelier de Reputación y Storydoing; periodista de negocios, consultor de medios, exdirector editorial de Forbes Media Latam. Síguelo en LinkedIn y en Twitter como @jtorresescobedo . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión.

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