De acuerdo con una investigación realizada por la Universidad de Warwick y el Wall Street Journal, en conjunto con el Opener Institute for People, un colaborador satisfecho con su puesto de trabajo es un 12% más productivo y un 31% más eficiente.
¿A qué se debe? Según el psicólogo Edwin Locke (1976), la satisfacción laboral se entiende como el estado emocional placentero o positivo que resulta de la evaluación del trabajo o de las experiencias laborales de uno. La relación entre la motivación y la satisfacción fortalece la productividad de los colaboradores. Ya que al pasar la mayor parte de sus horas laborando para la empresa, no hay forma de que el trabajo no influya en sus sentimientos y pensamientos. Procurar su satisfacción dentro de este espacio impactará tanto la esfera privada o pública del individuo.
Ofrecer un buen salario no es suficiente para mantener a las personas con un nivel alto de motivación; se requiere la implementación de herramientas que cuiden las diversas dimensiones de las esferas que componen al ser humano. Por ejemplo, un paquete de beneficios e incentivos que los impulsen a realizar sus labores con resultados mucho más positivos.
Son muchas las empresas —de todos los tamaños y sectores— las que ofrecen paquetes flexibles que se adaptan a las necesidades de sus trabajadores complementando así el sueldo base con beneficios de tipo salario emocional que mantienen al personal comprometido.
El abanico de posibilidades en los paquetes de beneficios es sumamente amplio, pero la tendencia se está dirigiendo a mejorar los hábitos de salud física y mental al poner a disposición del personal desde plataformas con acceso a una gran variedad de servicios, aplicaciones, hasta convenios con consultoras especializadas que brindan este tipo de apoyo. Las opciones son muy extensas, lo relevante aquí es cuidar el bienestar del capital humano, lo que contribuirá a su motivación.