Hace un siglo el crecimiento de una empresa se reducía al rendimiento financiero alcanzado; sin embargo, hoy ha evolucionado e invariablemente resultaría en altos costos y afectaciones a un elemento mucho más importante: los equipos de trabajo. En este sentido, la edificación de una cultura laboral que abrace y cobije a los colaboradores es un gran reto para todas las empresas e industrias, incluida la manufacturera, que definitivamente trasciende de la expresión popular “ponerse la camiseta”.
Como líderes de industrias diversas, tenemos la responsabilidad de promover estrategias integrales que realmente impacten positivamente en cada persona involucrada en el negocio, desde el personal hasta las comunidades con las que nos relacionamos. Existen frentes e iniciativas de los cuales una empresa jamás puede prescindir y, por el contrario, deben tener un nivel de prioridad alto dentro de cualquier organización, como:
1. Proteger el ciclo de vida del personal
Cada etapa dentro del ciclo de vida de los colaboradores debe ser una experiencia gratificante, desde el proceso de selección, en donde la aproximación debe ser por personal altamente capacitado y libre de sesgos; a lo largo de sus labores cotidianas con espacios seguros y con grupos de trabajo que fomenten la escucha activa; y hasta el momento de una posible separación laboral.
2. Promover un sentido de autonomía
Es una de las prácticas empresariales más efectivas, sobre todo cuando hablamos de talento diverso. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi-2020), a nivel nacional, de los 6.2 millones de personas con discapacidad, 9.8% son jóvenes de 15 a 29 años, 29.8% son personas adultas de 30 a 59 años. Teniendo esto en cuenta, el margen de acción de las empresas debe enfocarse en ofrecer espacios de trabajo en donde cada colaborador pueda desempeñar sus actividades sin ningún impedimento, con instalaciones adecuadas y programas de capacitación que potencien el desarrollo de sus habilidades.
3. Invertir en desarrollo y capacitación
Reforzar las habilidades del personal por medio de programas educativos que certifiquen e impulsen el desarrollo de plan de carrera interno, así como el establecimiento de espacios periódicos de concientización en temas de diversidad, son prácticas que impulsan la accesibilidad a nuevos panoramas y especializaciones para los colaboradores, además de que fomentan una cultura que incentiva a las comunidades a superarse.