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Saber que no se sabe nada: el primer barril de “Dos Bocas”

Hemos visto videos del gobierno en los que describen y muestran distintos equipos de la refinería, sin que nos expliquen para qué son y por qué son de la “esencia” de una refinería.
mar 04 julio 2023 12:00 AM
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Sólo los que han estado directamente involucrados en el proyecto tendrán certeza sobre cuándo la refinería entrará en operaciones y cuándo tendremos “el primer barril” de gasolina, apunta Miriam Grunstein.

Para RC

Creo que fue Octavio Paz quien dijo algo como “saber hablar es saber callar; saber que no siempre se debe hablar” --aunque tampoco estoy segura que fue él quien lo dijo. De igual forma, tengo dudas sobre el arranque de la refinería Olmeca (mejor conocida como “Dos Bocas”, el primero de julio. Sólo los que han estado directamente involucrados en el proyecto tendrán certeza sobre cuándo la refinería entrará en operaciones y cuándo tendremos “el primer barril” de gasolina. Al decir “primer barril” evidentemente usamos lenguaje figurado. No hay refinería alguna que arranque para producir uno solo, sino hasta cientos de miles de ellos y de otros productos derivados del petróleo.

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Como la que escribe sabe poco (o nada) sobre los procesos de diseño, construcción y arranque de refinerías, hizo lo que su consciencia le demandó antes de arrastrar la pluma: investigar, indagar y preguntar a los que sí saben –tal vez no tanto sobre la Olmeca, sino cómo se hacen estos complejos en general. Eso tal vez nos permita tener una idea de en qué etapa se encuentra la construcción de Dos Bocas (u Olmeca) y qué tan cerca o lejos están los mexicanos de disfrutar de ese o esos primeros barriles de gasolina.

Lo primero a destacar—según entiendo—es que una refinería es todo un sistema integrado que no se echa andar por partes ni en pedacitos. Hemos visto videos del gobierno en los que describen y muestran distintos equipos de la refinería, sin que nos expliquen para qué son y por qué son de la “esencia” de una refinería. Para los “legos” en la construcción de una refinería –como yo-- podrían ser eso, “legos” pero de juguete. Por transparencia y comunicación ciudadana, es deber del gobierno ser más didáctico en sus explicaciones sobre la evolución del proyecto.

Observar en YouTube el izaje de los componentes del módulo de destilación catalítica es algo tan imponente como inútil al no tener claridad para qué sirven. Más aún, los legos, que además financiamos esa mega mole con nuestros impuestos, y que ahora asciende al módico monto de17,000 millones de dólares tenemos derecho a saber qué compramos y si nos conviene, por lo que el gobierno tiene la obligación correlativa de no aturdirnos con lenguaje altamente especializado y explicarnos –con peras y manzanas—cómo y por qué este conjunto impresionante de fierros es garantía de “soberanía energética” al proveernos gasolina de mejor calidad y a mejor precio.

Así, como los responsables del proyecto aturden con lingo técnico, transmito a ustedes –queridos lectores—lo que me explicaron a mí, con la esperanza de hacerlo bien y advierto que toda imprecisión se debe a limitaciones mías, que no de mis fuentes. En suma, según entendí, y so pena de simplificar en extremo, he aquí las etapas mínimas que involucra la construcción (tras el diseño) de una refinería.

Primero: recibir e instalar los componentes de las plantas y corroborar que éstas últimas estén en condiciones para operar. Esto requiere encender planta por planta.

Segundo: Interconectar una planta con otra. (Esto puede tardar entre uno y dos años)

Tercero: Llevar los productos (gasolina, diésel, etc.) a todos los tanques de la refinería y probar que toda ésta funcione de forma total y sistemática. (Tiempo aproximado de ejecución, un año)

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Estos plazos son aproximaciones cuando se cumplen las mejores prácticas también bajo el supuesto de que las obras públicas se realicen dentro de los mayores parámetros de eficiencia. Eso, lamentablemente, no ha sucedido en México, en obra alguna, nunca.

Cabe, entonces, preguntarse en qué fase de la construcción está la refinería Dos Bocas u Olmeca. Unos me dicen que en la última fase, otros que en la segunda. Y yo sólo sé que no sé nada.

Octavio Paz diría que no sé hablar porque esta vez no supe callar. Pero es mi derecho saber y preguntar.

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Nota del editor: Miriam Grunstein es profesora e investigadora de la Universidad ORT México y es académica asociada al Centro México de Rice University. También ha sido profesora externa del Centro de Investigación y Docencia Económicas y coordinadora del programa de Capacitación al Gobierno Federal en materia de Hidrocarburos que imparte la Universidad de Texas en Austin. Hoy es socia fundadora de Brilliant Energy Consulting y dirige el blog Energeeks. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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