Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

#Entrelíneas | Hagamos patria; construyamos ciudadanía

Nunca es tarde para construir ciudadanía. Incluso, hay una visión socializada que relaciona la ciudadanía con el derecho a votar, cuando ésta va mucho más allá de ese ejercicio de responsabilidad.
lun 11 septiembre 2023 05:36 AM
(Obligatorio)
La construcción de ciudadanía está vinculada con momentos históricos, pero siempre es un proceso que se tiene que refrendar y va de la mano de los procesos democráticos.

La próxima sucesión presidencial pinta para ser un episodio más polarizante de lo que hemos vivido en los últimos años. Quizá, el principal reto sea no caer en una espiral de violencia. ¿Qué hacer para encontrar el vínculo que nos une como miembros de una sociedad? En un ambiente tan polarizante cualquier acción parecería una banalidad pero, justo cuando se piensa que no hay salidas, es posible tomar un camino que suele ser largo y cuyos resultados no son inmediatos, pero sí de alto impacto. Construir ciudadanía.

Nunca es tarde para construir ciudadanía. Incluso, hay una visión muy socializada que relaciona la ciudadanía con el derecho a votar, cuando ésta va mucho más allá de ese ejercicio de responsabilidad.

Publicidad

Minerva Gómez, coordinadora del Programa Infancia de la UAM y que fuera parte del equipo que condujo la Consulta Infantil 2021 del INE; así como Roberto Castellanos, profesor en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y exjefe de oficina de la Presidencia del Consejo General del INE, comparten algunas conceptualizaciones de la construcción de ciudadanía.

La construcción de ciudadanía es un elemento fundamental de la educación y está articulada a la acción de los sujetos con los asuntos que son públicos, de la comunidad, y tiene que ver con la acción, con la práctica, con ser parte de la solución de problemas. La ciudadanía, más que algo individual, tiene que ver más con lo social y qué tanto podemos vernos en sociedad con el otro. Significa que las personas se hagan cargo de la definición de su propio destino colectivo y que lo tomen en sus manos. Podemos desmenuzar lo que significa todo esto, pero se trata de que la ciudadanía encuentre la manera para procesar colectivamente sus decisiones, conflictos, diferencias, coincidencias, y se haga cargo colectivamente de la ruta que quiere seguir como sociedad.

2024, dada la agitación política, ya está aquí. Sin duda, viene uno de los procesos electorales más difíciles de los últimos tiempos. ¿Cómo no desacreditar el legítimo derecho que tienen los demás a pensar diferente y que no haya problema por decirlo? Ni unos son traidores, ni los otros faltos de conciencia cívica o ignorantes.

La construcción de ciudadanía está vinculada con momentos históricos, pero siempre es un proceso que se tiene que refrendar y va de la mano de los procesos democráticos. En Estados Unidos el momento posterior a su independencia de las trece colonias fue un momento clave de construcción de ciudadanía. La llegada de Mandela al poder en Sudáfrica es otro caso. México ha tenido episodios, quizá muy breves, pero ha logrado avanzar en ese proceso.

Bajo la mirada de Roberto Castellanos, hay tres ejes para construir ciudadanía. Uno, tener acceso y contar con información para participar en asuntos públicos. Dos, generar capacidades y habilidades para dialogar y entender las posturas de los otros, para así construir una ‘verdad en minúscula compartida’ pero que sea la verdad de ese colectivo. Tres, que las personas tengan la capacidad para exigir constantemente a la autoridad el cumplimiento de sus compromisos.

En estas tres variables, tenemos deficiencias y problemas. En el arte del diálogo no hemos logrado arraigar el respeto y la confianza hacia otras personas. Muchas son las razones que nos han llevado a eso: falta de buenos resultados por parte de autoridades, corrupción, la cultura de la no legalidad, la impunidad. Todo eso, y más, nos dificulta tejer lazos de confianza como base para la construcción de diálogo y en los últimos años esto se ha agudizado con la creación artificial de dos esferas de la población contrapuestas.

“En el caso de la exigencia de resultados por parte del gobierno nos enfrentamos a problemas institucionales pero también a una suerte de desafección con lo político”, afirma Roberto Castellanos. “Hoy ya no solo se considera difícil exigirle a las autoridades que cumplan sino que ya llegamos a un nivel en el que ya se considera inútil hacerlo. De ahí vienen aquellas posturas en las que hay personas que prefieren hacer las cosas por propia cuenta, tomarse la ley por propia mano, dejar que la autoridad haga y deshaga”.

¿Por dónde cambiar el sentido de esta historia? Nada se construye inmediatamente. Hoy, el ambiente político está muy crispado y no hay señales que permitan alimentar el optimismo para 2024. Como sea, la ciudadanía empieza desde etapas muy tempranas.

En la Consulta Infantil 2021, niñas, niños y adolescentes (NNA) manifestaron estar de acuerdo en respetar y escuchar al otro, pero eso no está peleado con dar una opinión y tampoco que ésta sea puesta en entredicho. NNA pedían que no les gritaran, no les pegaran y se les hablara con más respeto. Así, escuchar a NNA es una potente herramienta que nos permitiría replantear nuestra posición adulta y nuestra concepción sobre ciudadanía.

“En el mundo ya no hay nada lineal. La autoridad adulta puede replantearse y dejar de pensar que su tarea es someter al otro, dominarlo, alinear. Ése es un enfoque que podemos interpelar”, dice Minerva Gómez. “Tenemos que transformar las visiones y entender que NNA también pueden hacer cambios en el contexto público. La ruta es abrir los espacios para escucharlos y considerar que NNA pueden aportarnos miradas distintas puesto que son actores que también padecen los problemas que todos padecemos”.

Por lo pronto, vivimos un momento complicado y es ahora cuando se necesita más participación, involucramiento y exigencia ciudadana en la vida pública. Son tiempos donde domina la desconfianza, el hartazgo, la decepción. Se piensa que no hay salidas y nada cambiará. Sin embargo, nunca es tarde para mejorar el estado de las circunstancias.

**********

¿Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y los otros candidatos presidenciales que se sumen tendrán una mirada de largo aliento y considerarán a NNA para construir el futuro? Ellas y ellos representan la tercera parte de la población y cruzan con distintas agendas (pobreza, desigualdad, trata, feminicidios, embarazo adolescente). Además, piden respeto, aprendizajes, reconocimiento, cultura de paz. En un proceso de construcción de ciudadania no es posible dejar de atender y reconocer los derechos de NNA. Al tiempo.

___________

Nota del editor: Jonathán Torres es socio director de BeGood, Atelier de Reputación y Storydoing; periodista de negocios, consultor de medios, exdirector editorial de Forbes Media Latam. Síguelo en LinkedIn y en Twitter como @jtorresescobedo . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión.

Publicidad

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad