El primero y quizá el más arraigado se relaciona con la propiedad. Este mito ha llevado a muchas personas a creer que la única forma de participar en el mercado inmobiliario es comprar una casa o departamento adicional y convertirla en una fuente de ingresos.
Sin embargo, esta idea no podría estar más lejos de la verdad. Si bien poseer propiedades puede ser una estrategia válida de inversión inmobiliaria, no es la única ni necesariamente la mejor opción para todos, por la simple y sencilla razón de que requiere de un nivel de ingresos que pocos mexicanos tienen.
Nadando entre monstruos y tiburones
Hay más de una manera de nadar, y si bien es cierto que poseer un inmueble es una de las formas más conocidas y populares de invertir, este mercado no está limitado a solo una opción. Existen modelos como el pool de rentas, crowdfunding, compra de acciones de empresas inmobiliarias, entre otras.
Pero tener una propiedad se ha cimentado en el mercado por una razón y es que nos educaron financieramente con apegos emocionales, es decir, nos inculcaron la idea de que necesitamos poseer algo y ese es el gancho seguro. Pero la realidad es completamente otra.
Otro de los monstruos marinos en las inversiones es la creencia de que solo las personas con alto nivel adquisitivo pueden aspirar a ser inversionistas. Si bien se requiere de un monto inicial, éste no tiene que estar acotado a sumas estratosféricas. El océano es de todos los peces, no solo del tiburón más grande.
En esta vida, nada es blanco o negro. Si bien la inversión inmobiliaria tiene un historial relativamente estable, no están exentas de riesgos y, como dicen, “la excepción hace la regla”. Por eso es esencial recordar que en temas como plusvalía y porcentaje de éxito, NADA está asegurado y, si alguien te jura que una inversión es libre de riesgo, no corras, ¡vuela lejos de ahí!
Moverse como las olas
El fondo del mar está lleno de barcos que naufragaron porque estaban comandados por capitanes sin brújula o sin mapa. Antes de embarcarse en la aventura de las inversiones es importante tener claras las áreas de oportunidad y riesgo, así como rodearse de especialistas que serán la guía para tomar las mejores decisiones, las más informadas.