A lo largo de mi carrera como empresario he aprendido a apreciar la riqueza que la diversidad generacional aporta a nuestro entorno laboral. Desde los Baby Boomers, pasando por los de la Generación X, Millennials, hasta la Generación Z, cada grupo trae consigo una perspectiva única, forjada por sus propias experiencias de vida. De tal manera que fomentar un entorno donde cada generación se sienta valorada y escuchada contribuye significativamente al éxito sostenido de una organización.
Cómo mantener la motivación en una empresa multigeneracional
Primero y ante todo, creo firmemente en la importancia de establecer canales de comunicación abiertos y directos con todos los miembros del equipo, independientemente de su generación. Organizar sesiones regulares de retroalimentación y crear foros abiertos ha sido clave para comprender las necesidades individuales y colectivas de cada grupo. La magia sucede cuando las barreras de la comunicación se derriban y todos pueden expresar sus ideas sin restricciones.
La apertura a las diferencias generacionales no solo elimina obstáculos, sino que abre la puerta a valiosas oportunidades de aprendizaje y crecimiento. En lugar de ver estas divergencias como barreras, las considero como pilares fundamentales para mantener a los empleados motivados y comprometidos. La formación de equipos intergeneracionales no solo promueve la sinergia entre diversas experiencias y perspectivas, sino que también contribuye a la creación de un ambiente enriquecedor.
Un ejemplo concreto de cómo esta colaboración puede prosperar es a través de la mentoría inversa. La experiencia de presenciar a empleados más jóvenes compartiendo sus conocimientos tecnológicos con colegas más experimentados en temas de liderazgo y compromiso, ilustra claramente cómo la diversidad generacional puede tener un impacto positivo y fructífero en el entorno laboral. Este intercambio de conocimientos no solo fortalece la cohesión del equipo, sino que también impulsa la innovación y el progreso en la empresa.
En lugar de ver las brechas generacionales como desafíos, aprovechar estas oportunidades de colaboración puede llevar a un crecimiento significativo tanto a nivel personal como organizacional.
La flexibilidad, sin duda, se erige como la piedra angular para maximizar los beneficios laborales. Al reconocer la diversidad de necesidades entre los empleados, la implementación de un paquete de beneficios integral y personalizable se convierte en una estrategia esencial.
Mientras que algunos colaboradores pueden valorar altamente los planes de retiro y la estabilidad laboral, otros pueden priorizar la flexibilidad en horarios y beneficios enfocados en el bienestar. La premisa fundamental radica en la personalización, ya que al adaptar las ofertas de beneficios a las necesidades individuales, se logra un mayor impacto en la satisfacción laboral de los empleados.
Desde mi posición como CEO, también he sido testigo del impacto positivo que generan las políticas inclusivas y los programas de reconocimiento. El reconocimiento y valoración tanto de la experiencia acumulada como de las nuevas ideas aportadas por empleados de todas las generaciones fortalecen la cultura corporativa. La combinación de flexibilidad, reconocimiento y celebración de la diversidad no solo mejora la satisfacción de los empleados, sino que también impulsa la productividad y la innovación en la empresa.
Finalmente, la tecnología también juega un papel crucial en este camino hacia un entorno laboral multigeneracional exitoso. Plataformas digitales que facilitan la colaboración remota, la comunicación instantánea y el acceso a recursos educativos son herramientas esenciales. La capacitación continua en tecnología para los empleados mayores y soluciones tecnológicas intuitivas facilitarán la adaptación de todas las generaciones al cambiante panorama laboral.
Motivar a empleados de distintas generaciones es un desafío que, abordado con la mentalidad correcta, puede convertirse en una poderosa ventaja competitiva. Al abrazar la diversidad generacional, no solo creamos equipos sólidos, sino que también impulsamos la innovación y el éxito sostenible de nuestras empresas.
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Nota del editor: Nima Pourshasb es CEO y Co-Founder de minu . Cuenta con una extensa experiencia emprendedora creando y creciendo empresas tecnológicas en diferentes países. Creó su primera empresa para consumidores latinoamericanos, FormaFina, con oficinas en seis países de la región. En México colaboró en Banco Sabadell como responsable de la Banca de Personas. Nació en Irán, creció en España y realizó sus estudios de posgrado tanto en Londres como en EU. Síguelo en LinkedIn y/o Twitter . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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