De hecho, las importaciones que Estados Unidos realiza desde China cayeron 109,000 mdd o 20.3% en 2023, mientras que las importaciones desde México subieron 20,000 mdd o 4.6%. Esto es muy revelador, pues el monto del aumento de las importaciones de Estados Unidos desde México es menos del 20% del monto que dejó de importar desde China. Esto implica que las importaciones que Estados Unidos realiza desde México podrían haber sido mucho mayores. ¿Qué las frenó? Posiblemente la apreciación del peso mexicano, la falta de capacidad de planta instalada en México y el deterioro de la gobernanza.
En 2023, el peso se apreció 13%, siendo la mayor apreciación en registro desde que se tiene el régimen cambiario de libre flotación. La fuerte disminución del tipo de cambio afectó la competitividad de las exportaciones mexicanas pues se volvieron más caras en relación a los productos de otros países. Esto se combinó con un deterioro de la gobernanza, por el incremento en la inseguridad pública y la incertidumbre respecto a la política económica interna, que también fueron factores de freno en el crecimiento económico de México. Además, la capacidad de planta utilizada en México está cerca de niveles máximos históricos, lo cual limita lo que las fábricas en México pueden producir y por lo tanto lo que se puede exportar.
Visto desde el lado de los datos de comercio de México, las exportaciones de México mostraron un alza de apenas 2.54%, desacelerándose fuertemente desde el casi 17% observado en 2022. Al interior, las exportaciones manufactureras crecieron 4.02%, impulsadas por las automotrices que crecieron 14.33% respecto al 2022 . Con esto, las exportaciones sumaron muy poco al crecimiento económico de México.
En términos del comercio total (exportaciones e importaciones) México terminó el 2023 como el principal socio comercial de Estados Unidos con el 15.7% de la participación total, seguido por Canadá con 15.2%, China con 11.3% (la menor participación en el comercio de Estados Unidos desde 2005), Alemania con 4.6% y Japón con 4.4%. Así, suman dos años en que México se posiciona en primer lugar (2019 y 2023) y es el mayor porcentaje de participación en registro para México. Esto es debido a una baja en la participación de China, el cual liga tres años consecutivos disminuyendo, desde que en el 2020 fuera el principal socio comercial de Estados Unidos con 14.9% del total.
Este incremento en el comercio entre Estados Unidos y México debería también notarse en los datos de inversión extranjera directa. Sin embargo, es poco lo que México está captando de nuevas inversiones. Hasta 2021 China recibía 320,000 mdd en inversión extranjera directa. Al tercer trimestre, no solo dejaron de entrar inversiones, sino que se registró una salida de inversión por primera vez en la historia. A México entraron en 2022 y 2023 (hasta el tercer trimestre) un total de 20,000 mdd en nuevas inversiones extranjeras, que implican que solo se está aprovechando el 6.5% de la oportunidad global de relocalización de empresas.
Si México no se pone las pilas, serán otros países los que aprovechen la oportunidad y por lo tanto serán los que tengan la capacidad de planta instalada para exportar a Estados Unidos lo que China seguirá dejando de mercado por la guerra comercial.
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Nota del editor: Gabriela Siller es directora de Análisis Económico financiero de Banco Base. Síguela en X ( @GabySillerP ) y en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.
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