¿Qué puede una empresa aprender de este hombre y de su actual QB?
Reid ha participado en cinco Super Bowls. Eso significa haber enfrentado, en cada uno, situaciones diferentes, lo que le ha dado la experiencia de no confiarse y estudiar cuidadosamente a cada rival, para enfocarse en los puntos importantes de cada partido, especialmente el del campeonato.
De igual forma, un exitoso director de empresa y cada uno de sus ejecutivos de primer nivel -incluido el responsable de la comunicación y las relaciones públicas- no debe confiarse en su experiencia de años para enfrentar cada nueva situación que se presenta; ninguna es igual a otra, los elementos vitales en cada ocasión son diferentes al igual que sus repercusiones, y las decisiones se deben tomar de acuerdo con las circunstancias del momento. No se puede hacer frente a un evento de la misma manera que en alguna ocasión anterior.
Reid supo en qué momentos debería salir de la cancha el receptor estrella Travis Kelce y cuándo era mejor incluirlo. ¿Quién, del mismo nivel dentro del equipo de la empresa, puede enfrentar la situación para lograr el mejor resultado? ¿Quién conoce mejor al competidor de enfrente para poder enfrentarlo exitosamente? Dice Reid: “más allá de sólo saber captar la energía de los jugadores, el éxito y el fracaso en el juego no siempre dependen de si están listos o no”. La lección es reconocer las habilidades y talentos de cada miembro del equipo para tener mejores posibilidades de éxito en la empresa.
Un verdadero líder empresarial conoce el talento de cada colaborador, sabe despertar su potencial y los motiva con una comunicación eficiente. Lo importante es tener dentro de la empresa talentos con diferentes cualidades para conformar un equipo sólido y coherente, a fin de interactuar coordinadamente al momento de enfrentar cualquier situación.
En el futbol americano no todo es fuerza, agilidad, y coordinación. Parte importante del triunfo es la estrategia y eso incluye entender el talento de cada jugador y, en su caso, prescindir de unos y reclutar a otros que puedan entender y llevar a cabo la estrategia.
Al ingresar a los Jefes, Reid decidió prescindir de algunos jugadores, inclusive experimentados y premiados, porque no encajaban en su cultura. Lo hizo, por ejemplo, con el esquinero Marcus Peters, líder en intercepciones en el año previo, a quien admiraba por su forma de jugar, pero era confrontativo e indisciplinado. Quería contar con chicos disciplinados e inteligentes, que se convencieran de su sistema.
A veces para ciertas estrategias empresariales requieren de determinados talentos e integrantes disciplinados para alcanzar los objetivos. Los líderes empresariales tienen la oportunidad y la responsabilidad de elegir a las personas que desean en su equipo.
Pero así como Reid está dispuesto a desprenderse de jugadores estelares, también sabe de la importancia de desarrollar nuevos talentos, especialmente en la posición de mariscal de campo, es decir, quien entendiera su estrategia y supiera comunicarla al resto del equipo para gestionarla en busca del triunfo.
Pensemos que el entrenador en jefe es el CEO de la empresa y el mariscal de campo es el Director general que instruye, motiva y coordina las acciones del resto del equipo. Esa posición la ocupan aquellos que entienden la estrategia empresarial, son empáticos, comunican de forma sencilla y comprensible los mensajes y lineamientos de la organización, los planes a seguir y las expectativas sobre cada miembro del equipo.