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El 'draft' de la NFL y sus enseñanzas corporativas

Priorizar la educación, la formación integral y la salud emocional, antes de la excelencia atlética o el alto desempeño laboral, es una acción humana, empática y digna de aplauso.
sáb 27 abril 2024 06:59 AM
El 'draft' de la NFL y sus enseñanzas corporativas
Es evidente que los nuevos jugadores tienen y tendrán una gran oportunidad, pero lo es también el hecho de que, sus resultados, aportes, crecimiento y desarrollo dentro de la empresa (equipo) hablarán por sí solos, apunta Eduardo Gaytán Mendieta.

¿Qué hace de la NFL la liga más exitosa del planeta? Financiera, mercadológica, competitiva, operativa y organizacionalmente hablando. Vamos, en todos los aspectos, un valioso ejemplo digno de tomar en cuenta. Y al decir ejemplo, me refiero a la oportunidad que nos brida de replicar su metodología y filosofía de alto desempeño desde cualquiera que sea nuestra trinchera. Como dueño de equipo (de empresa), como head coach (CEO, director general, gerente), como jugador (empleado, colaborador) o como prospecto colegial (candidato a un puesto).

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En ese sentido, todas estas piezas juegan un papel determinante en el draft de la NFL, uno de los eventos de mayor relevancia e importancia, que marcarán el rumbo de cada equipo por lo menos en el año inmediato posterior, o bien, su trascendencia en los la próximos 10 años. Exacto, igual que sucede en las empresas.

¿Qué es el draft? En pocas palabras: la selección de los prospectos colegiales, que están listos para jugar en la NFL. Es decir, donde los 32 equipos de la liga buscan a sus próximas estrellas, o elementos que cubran cierta posición de manera efectiva. Claro, siempre con un riesgo inherente de luz y sombra, tal como ocurre en el mundo corporativo. Me refiero a que el éxito en el colegial no vaticina una carrera de logros en la NFL; me refiero también a que, brillar en una escuadra no garantiza que será igual o mejor en otra organización, es decir, no todos los jugadores son para todos los equipos (primera enseñanza).

Creo que el draft de la NFL es un laboratorio perfecto, que bien se puede trasladar a la vida empresarial y ejecutiva. ¿Cuántas veces no preferimos reclutar a un candidato que proviene de tal o cual universidad, o al que obtuvo mejor aprovechamiento universitario? O elegimos a ese prospecto por el que la competencia se pelea, sin previamente analizar si nos funcionará. Considero que, apreciar y valorar las habilidades, aptitudes y actitudes, es vital, y un error juzgar al libro por su portada. ¿Qué nos hace falta? ¿Un mariscal de campo con liderazgo, un corredor explosivo, o un guardia impenetrable? Calificar con objetividad y de acuerdo a lo que se requiere. Segunda enseñanza.

La historia no se equivoca y creo que es importante considerar que siempre habrá factores que jueguen a favor o en contra, que influyan directa e indirectamente en el desarrollo y éxito del jugador. El ambiente, el coach, la ciudad sede, la afición, el estadio, la filosofía del equipo; incluso la existencia o ausencia de programas de voluntariado y de compromiso con la comunidad. Ocuparse de la persona, más que del jugador-colaborador.

Considero sumamente importante que, en esta tarea de búsqueda de nuevos talentos se tenga en cuenta el orden, la organización y planeación que la NFL y sus equipos aplican a rajatabla. Calendarizar y llevar a cabo una metodología de selección; tomarse el tiempo justo (ni más ni menos) para estudiar a los prospectos disponibles, tener en la mira a quien o a quienes encajan en esa posición, negociar y firmar.

Y si de educación hablamos, tocamos un punto medular que desde mi perspectiva, es otra de las grandes enseñanzas de la NFL. La única vía de acceso al draft, es el (futbol americano) colegial. Así, sin más. Y no pretendo iniciar un debate de las ventajas/desventajas de la formación universitaria versus la auto-educación, no es el punto. Mi comentario va enfocado a la (gran) importancia de la promoción de la educación per se. Adquirir habilidades cognitivas y emocionales, dentro y fuera del campo de juego. ¿Qué sería del mejor jugador sin un aprendizaje continuo en finanzas, inversión, ética y desarrollo personal?

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Desde mi perspectiva, priorizar la educación, la formación integral y la salud emocional, antes de la excelencia atlética o el alto desempeño laboral, es una acción humana, empática y digna de aplauso.

Vayamos aterrizando. El draft es un ejercicio ejemplar de crecimiento, expansión y promoción; la NFL, una organización líder que trazó una ruta de éxito, que abre la puerta a los nuevos talentos, y replica año con año su método de selección, con sus respectivos ajustes, adecuaciones y adaptaciones.

Es evidente que los nuevos jugadores tienen y tendrán una gran oportunidad, pero lo es también el hecho de que, sus resultados, aportes, crecimiento y desarrollo dentro de la empresa (equipo) hablarán por sí solos. De cada quién depende. Trascender, o simplemente decir, jugué en la NFL.

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Nota del editor: Eduardo Gaytán Mendieta (Instagram: le_gaytane) es comunicólogo y estratega en medios de comunicación, CEO y fundador de la agencia E3 Branding & Media Solutions. Ha colaborado en diversos medios de comunicación como Imagen Televisión, Televisión Mexiquense y el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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