Una empresa incluyente es aquella donde cada colaborador se siente valorado, respetado y empoderado para contribuir con todo su potencial. Va más allá de la mera diversidad, que es la representación de diferentes grupos demográficos, para crear una cultura donde las diferencias no solo se toleran, sino que se celebran y se les da la bienvenida.
Diversas investigaciones confirman que la inclusión fomenta un sentido de pertenencia, incrementa el compromiso de los empleados, y conduce a una mayor productividad y menor rotación. Más importante aún, las organizaciones incluyentes fomentan perspectivas diversas, lo que puede llevar a soluciones más innovadoras y mejores decisiones.
Los líderes juegan un papel fundamental en la creación y el mantenimiento de organizaciones inclusivas. Su compromiso con la inclusión debe ser evidente en sus acciones, políticas y comunicaciones. Entre otros, algunos mandatos deben ser:
1. Establecer la visión y el tono. Los líderes deben articular una visión clara de la inclusión que se alinee con los valores y objetivos de la organización.
2. Liderar con el ejemplo. No es una opción. Deben modelar un comportamiento inclusivo en sus interacciones con los colaboradores, demostrando respeto, empatía y justicia.
3. Crear políticas y prácticas. Las políticas y prácticas inclusivas deben implementarse en todos los niveles de la organización y asegurar su efectividad y cumplimiento.
4. Asegurar la representación. Desde el Consejo de Administración se debe dar la bienvenida a la diversidad e inclusión. La representación en los niveles más altos de una organización señala un compromiso genuino con la inclusión y proporciona modelos a seguir.
5. Escuchar y actuar sobre la retroalimentación. Los líderes inclusivos buscan activamente retroalimentación sobre la cultura y clima, y toman medidas para abordar las preocupaciones.
A pesar de los beneficios reconocidos de la inclusión, muchas organizaciones aún enfrentan desafíos significativos para crear entornos de trabajo verdaderamente inclusivos. Algunos de estos problemas son:
- Prejuicios inconscientes: Los prejuicios inconscientes influyen en la contratación, promociones y las interacciones diarias en el lugar de trabajo.
- Falta de representación: Muchas organizaciones, particularmente en los niveles de liderazgo, carecen de representación de grupos diversos. Esto puede crear una percepción de exclusividad y desalentar a los talentos diversos a unirse o permanecer en la empresa.
- Resistencia al cambio: La cultura organizacional puede resistirse al cambio, particularmente cuando se trata de prácticas y creencias profundamente arraigadas. Algunos colaboradores y líderes pueden resistirse a los esfuerzos por promover la inclusión, viéndolos como innecesarios o amenazantes.
Ser incluyentes no es una moda. ¡Tiene beneficios reales!