1. Responsabilidad
El principio de responsabilidad enfatiza que cada individuo dentro de una empresa, desde el equipo ejecutivo hasta la primera línea, juega un papel crucial en la adopción y defensa de los estándares éticos. Esto requiere una comprensión clara de los valores de la empresa y un compromiso para actuar de acuerdo con ellos. Una cultura ética sólida fomenta un sentido de pertenencia y empodera a los colaboradores a todos los niveles a tomar decisiones responsables, incluso en situaciones complejas.
2. Rendición de cuentas
Un gobierno corporativo eficaz exige una comprensión clara de quién es responsable de qué. El consejo de administración tiene la responsabilidad final del desempeño de la empresa y establece la dirección estratégica. La gerencia es responsable de ejecutar esa estrategia y lograr los objetivos establecidos. Roles y responsabilidades claramente definidos con métricas de desempeño transparentes garantizan que todos trabajen hacia los mismos objetivos.
3. Información y actualización constante
El mundo empresarial está en constante evolución y las empresas deben estar al tanto de los riesgos y oportunidades emergentes. Este principio enfatiza la importancia de mantenerse informado sobre las tendencias de la industria, los cambios regulatorios y los posibles impactos sociales y ambientales. Un consejo de administración y un equipo ejecutivo bien informado pueden abordar de manera proactiva los desafíos y aprovechar las nuevas oportunidades, asegurando que la empresa siga siendo competitiva y adaptable.
4. Imparcialidad
El gobierno corporativo requiere de toma de decisiones justas e imparciales, libre de agendas personales o influencias indebidas. El principio de imparcialidad asegura que todas las partes interesadas, desde los inversores hasta los colaboradores, sean tratadas con equidad. Esto fomenta una cultura de confianza y seguridad, atrayendo y reteniendo a los mejores talentos y fortaleciendo la imagen y relación con grupos externos.
5. Transparencia
La transparencia es la piedra angular de un gobierno corporativo sólido. Requiere una comunicación clara, consistente y oportuna con todas las partes interesadas. Esto incluye divulgaciones financieras, actualizaciones sobre iniciativas estratégicas y participación proactiva en temas sociales y ambientales. Al operar con transparencia, las empresas generan confianza con los inversores, clientes y la comunidad en general, fomentando una reputación positiva y mejorando el valor de marca a largo plazo.
Estos cinco principios no son conceptos aislados; están interconectados y se refuerzan mutuamente. Un marco de gobierno sólido traduce estos principios en acciones prácticas. Así se construye un marco sólido en la adopción de las buenas prácticas.
Al adoptar los cinco pilares del gobierno corporativo, las empresas pueden construir una base sólida para el éxito a largo plazo, es el camino para crear una empresa sostenible. La evidencia es concluyente de los beneficios y cómo estos se traducen a los resultados del negocio. Entre esto se incluye:
- Cultura organizacional robusta: La Visión, Propósito y Valores son visibles y demostrados por todos en la organización, creando un sólido alineamiento y creando una cultura de logro.
- Toma de decisiones mejorada: el marco de referencia claro promueve elecciones bien informadas y estratégicas.
- Gestión de riesgos mejorada: Identificación y mitigación proactivas de posibles amenazas, minimizando variables de riesgos.
- Mayor eficiencia: Los procesos optimizados y con asignaciones claras de responsabilidades, impactan favorablemente los resultados.
- Relaciones más sólidas con las partes interesadas: Fomenta la confianza con inversores, empleados y la comunidad en general. La marca es respetada, y en muchos casos, aspiracional para el potencial de talento disponible.
- Crecimiento sostenible: Se construye una reputación sólida que promueve el atraer talento, capital y fomenta la rentabilidad a largo plazo.