En los últimos años, México ha comenzado a consolidarse como un actor clave en la industria global de centros de datos. La expansión de esta infraestructura no solo responde a la creciente digitalización de empresas y servicios, sino que también está impulsando el empleo, la innovación y la atracción de inversión extranjera. Este fenómeno es un reflejo del potencial del país para convertirse en un hub digital en América Latina, pero también deja en evidencia los desafíos que deben resolverse para consolidar este crecimiento.
El futuro de México como hub digital

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tecnológico y la ventaja geoestratégica de México
La ubicación de México, con su cercanía a Estados Unidos y su creciente red de tratados comerciales, lo ha posicionado como un destino ideal para la relocalización de infraestructura tecnológica. La relocalización, tendencia en la que las empresas trasladan sus operaciones a países cercanos para optimizar costos y tiempos de respuesta, ha favorecido la llegada de gigantes tecnológicos como Microsoft, Google, Oracle y Amazon Web Services (AWS), que ya han invertido en la construcción y desarrollo de varios centros de datos en el país.
Esta dinámica responde a la necesidad de contar con latencias más bajas y una mejor experiencia digital para los usuarios, y permite a las empresas beneficiarse de un marco regulatorio accesible y costos de operación más bajos. Sin embargo, para mantener este crecimiento a largo plazo, es crucial que la infraestructura de conectividad y energía se modernice rápidamente.
Innovación y generación de empleo
El crecimiento de los centros de datos ha generado un impacto positivo en el empleo especializado. Cada nueva instalación requiere no solo ingenieros en redes y especialistas en ciberseguridad, sino también personal para la construcción, operación y mantenimiento de estas infraestructuras. Además, el ecosistema digital que se desarrolla en torno a estos centros abre oportunidades para startups tecnológicas y empresas de servicios en la nube.
Sin embargo, la escasez de talento sigue siendo un obstáculo importante. La demanda de especialistas en tecnologías de la información supera la oferta disponible en el país. La solución no solo pasa por la capacitación de nuevos profesionales, sino también por la retención del talento y la creación de programas que permitan a los empleados de otras industrias adquirir las habilidades necesarias para integrarse a este sector.
Infraestructura y retos energéticos
Uno de los principales desafíos para la expansión de los centros de datos en México es el suministro energético. Estas infraestructuras demandan una cantidad considerable de electricidad, y en muchas regiones del país la capacidad instalada es insuficiente para soportar el crecimiento proyectado. Esto ha llevado a algunas empresas a considerar soluciones de energía renovable, como la solar y eólica, para garantizar un suministro sostenible y reducir su huella de carbono.
La sustentabilidad es ahora un factor clave en la inversión en centros de datos. Tecnologías como el enfriamiento por líquidos y la reutilización del calor residual están cobrando mayor importancia. No obstante, su adopción requiere inversiones iniciales significativas y un marco regulatorio que fomente su implementación.
Para que México consolide su posición como un hub digital, es fundamental que el sector público y privado trabajen en conjunto en la modernización de la infraestructura energética y de telecomunicaciones. Las inversiones en redes de fibra óptica y en data centers de baja latencia permitirán que el país siga atrayendo empresas de tecnología y ofreciendo soluciones digitales competitivas.
Asimismo, es clave fomentar políticas que incentiven la inversión en energías renovables y la capacitación de talento especializado. La digitalización de la economía no es solo una oportunidad, sino una necesidad en un mundo cada vez más interconectado.
El crecimiento de los centros de datos en México refleja la evolución del país hacia una economía basada en la tecnología y la innovación. Aprovechar este momento requiere estrategias claras, inversión inteligente y un compromiso firme con el desarrollo sostenible. Definitivamente, México tiene el potencial para ser un líder digital en la región; sin embargo, el reto ahora no es solo atraer inversiones, sino consolidar un entorno donde la tecnología y la infraestructura avancen a la par. ¿Podrá México mantenerse a la vanguardia o quedará rezagado ante la competencia global?
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Nota del editor: Gabriel Navarro es CEO de Neutral Networks. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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