La principal bandera del presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido erradicar la corrupción en el país. Su discurso ha pegado muy bien entre la gente, luego de que la pasada administración estuviera marcada por escándalos de desfalcos a la hacienda pública.
Pero a casi cuatro años de ganar la Presidencia, hay voces encontradas sobre si este problema ha logrado o no atenuarse más allá del discurso.
En la actual administración, México logró pasar del lugar 138 que se tenía con Enrique Peña Nieto al 124 en el Índice de Percepción de la Corrupción realizado por Transparencia Internacional, un estudio que mide a los 180 países del mundo, pero se ubica como el país peor evaluado de los 38 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (la OCDE) y en el penúltimo de las naciones integrantes del G20.
Para analistas, la falta de transparencia en contratos y gasto público, las adjudicaciones directas y el debilitamiento de las instituciones encargadas de la vigilancia del ejercicio de recursos, han opacado los logros que la administración federal actual podría tener en la materia.
Sigue aquí la discusión del tema.
