Una nueva palabra marca la relación entre México y Estados Unidos: fentanilo. El tráfico del opioide sintético, que tiene sumido a los estadounidenses en una crisis de salud por las 80,000 personas que mueren al año por sobredosis, se ha convertido en un tema de tensión entre ambos gobiernos.
Pero un nuevo hecho se ha sumado al desacuerdo y es la infiltración realizada por la DEA al Cártel de Sinaloa, y en específico, a los hijos de Joaquín el ‘Chapo’ Guzman, con la que el gobierno estadounidense dice que obtuvo evidencia para demostrar que se produce fentanilo en laboratorios en México, que luego luego introducen a EU.