Novelistik, un caso de éxito de crowdfunding de equity en México
El caso de fraude de Foodies en Fondeadora dejó un mal sabor de boca sobre el fondeo colectivo de acciones en México, sin embargo, este mismo modelo, aplicado de la forma correcta, también ha dado resultados positivos. Uno de ellos fue Novelistik.
La empresa fundada por Alberto Lujambio y Dave Aroesti, que permite a través de los datos de consumo de su comunidad proveer de inteligencia editorial para la publicación de libros, recurrió al fondeo colectivo para levantar con este mecanismo una cuarta parte de su serie B. A través de la plataforma de crowdfunding de acciones Crowdfunder, Novelistik levantó 850,000 pesos de poco más de 30 inversionistas que destinaron en promedio 20,000 pesos. El resto provino de fondos de inversión y empresas, entre ellas Ideas & Capital y Librerías Gandhi.
Lujambio y Juan Carlos Helú, CEO de Novelistik, describen que el proceso “fue de caballeros” por el nivel de profesionalismo, entendimiento y éxito con todas las partes involucradas, entre ellas la plataforma intermediaria Crowdfunder y los inversionistas que participaron.
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Una de las áreas que permitieron el correcto desarrollo de la campaña fue el due diligence que es el proceso que se lleva a cabo analizar la viabilidad del negocio y el potencial crecimiento.
“Fue un proceso arduo por la entrega de los documentos y el due diligence. Antes de subir el proyecto se hace un riguroso análisis que se encargan de revisar que los documentos legales están bien para estándares de una startup. Se involucraron los abogados de Crowdfunder y los de Novelistik. Sus contadores con los nuestros y sus financieros con los de nosotros. Estuvimos un mes o mes y medio arreglando todos los archivos para que cualquiera lo sintiera amigable para invertir. En concreto, se revisó la viabilidad financiera y que tuviéramos sentido como negocio y que estuviéramos sanos financieramente”, detalló Lujambio.
Durante este proceso se repasó también el valor de la acción, a cuánto se harían acreedores los inversionistas, el riesgo, la trayectoria de la empresa, qué ha hecho hasta el momento, el mercado que busca atender y quiénes la conforman.
Cuando se subió el proyecto a la plataforma, y una vez que se tuvo a los inversionistas interesados, se firmó una carta de intención con Novelistik para apartar sus acciones. Este tipo de contrato, en donde la empresa se comprometió a dar la participación a los inversionistas, jamás se tuvo en el caso Foodies.
A partir de ese momento y hasta el final del procedimiento, tanto la empresa como Crowdfunder tuvieron acercamientos presenciales y de forma remota para resolver dudas e inquietudes con las personas que invirtieron en la compañía.
“Tratamos de informar mucho a nuestros inversionistas. Para mucha gente soltar 20,000 pesos, aunque suena poco en el mundo del capital de riesgo, era lo que iba a invertir en sus vacaciones o en otras cosas. Nosotros le dimos la importancia a esa inversión. Se les mandó uno o dos correos mensuales para notificarlos de la situación y en el correo de este mes se les informó que ya podían pasar por su título”, dijo Helú.
Asimismo, la plataforma informó a Crowdfunder sobre su estado cada trimestre.
Una vez que la inversión se cerró se hizo una asamblea extraordinaria para firmar el contrato de inversión y en la que el representante legal de Novelistik, que es Lujambio, se comprometió a entregar las acciones.
Además de estos documentos signados, también se firmaron otras cartas compromisos durante el procedimiento.
Los documentos de propiedad de las acciones se comenzaron a entregar a partir de la semana pasada. Si bien presentaron un retraso, los ejecutivos resaltaron, que el acercamiento nunca se perdió con los inversionistas.
Las acciones entregadas a los inversionistas poseen todos los derechos corporativos pero no derecho de voto.
“Ahorita estamos levantando dinero a una valuación casi del doble, eso significa que de cuatro meses a la fecha estarían duplicando su inversión. Si cerramos esta inversión a una mucha mejor valuación se apreciarán las acciones. En el caso de una venta, ellos al igual que el resto de los inversionistas, cobran en el mismo orden y con la misma preferencia. No hay nada escondido”, puntualizó Lujambio.
En comparación con Foodies, los directivos de Novelistik, revelaron que dentro de las diferencias más importantes entre ambas campañas está que en el primer caso la empresa no existía y el arduo análisis que se llevó a cabo para supervisar la viabilidad de la empresa. Otras medidas importantes fueron los documentos legales y las cartas compromiso que se firmaron desde y durante el proceso, así como el acercamiento con los inversionistas.
Lujambio y Helú confían en que la experiencia de Foodies sirva como aprendizaje en el ecosistema y para la regulación en la que trabaja la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
“Nos vamos equivocar un montón pero vamos a superar esta curva de aprendizaje. Con casos de fracaso y éxito tenemos los elementos que se requieren para construir una regulación. Esto va a hacer que crezca el mercado de una manera importante”, explicó Lujambio.