Momentos #MeToo que movieron a la industria de la tecnología
CIUDAD DE MÉXICO (Expansión).- El movimiento #MeToo inició hace poco más de una década, exactamente en 2006, impulsado por Tarana Burke, sin embargo, su popularidad llegó hasta 2017, cuando la actriz Alyssa Milano compartió las experiencias que tuvo con Harvey Weinstein, a través de una serie de mensajes en su cuenta de Twitter.
El movimiento impactó no sólo a la industria de entretenimiento, sino que llegó a marcar a la de la tecnología, por el uso que se dieron de herramientas tecnológicas para impulsar el movimiento, pero también para cuestionar ciertas políticas de las empresas de este sector.
Uno de los momentos más relevantes, por el uso de herramientas tecnológicas, fue justo cuando el pico de la conversación se incrementó hasta las 19 millones de menciones dentro de Twitter, el 9 de septiembre de 2017, día en el que Leslie Moonves, director ejecutivo de la cadena CBS, dejó su cargo por estar involucrado en una conducta sexual inadecuada.
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Pero no fue la única herramienta que sirvió de impulso para el movimiento, de acuerdo a un estudio de la firma de análisis Pew Research , una de las conversaciones que destacó en Facebook fue a través de las cuentas de miembros del congreso de Estados Unidos, donde se marcó una brecha relevante entre las congresistas mujeres.
De acuerdo al estudio de Pew Research, a partir de las declaraciones de Milano, 44% de los miembros del Congreso hicieron alguna mención del tema en sus cuentas oficiales de Facebook, pero al focalizar la conversación sobre si eran mujeres u hombres quienes abordaban del tema, la brecha creció. De las 44,792 publicaciones que se analizaron entre el 1 de octubre del 2017 al 30 de diciembre del mismo año, 72% correspondían a mujeres congresistas, mientras que sólo 37% fueron publicadas por hombres.
También en 2017 una de las empresas tecnológicas que se vio involucrada en esta oleada de denuncias sobre acoso sexual fue Uber, sin embargo, la conversación que tuvo en el ojo del huracán a la empresa de movilidad se dio a través del hashtag #DeleteUber. En el caso de esta tecnológica, Susan Fowler, una ingeniera de software que trabajaba en la compañía, denunció que la tecnológica no había hecho caso a denuncias de acoso sexual hechas por la misma Fowler y varias mujeres de la misma.
El caso de Fowler devino en el despido de 20 colaboradores de la empresa, en la inversión de 5 millones de dólares para ahondar en la investigación sobre acoso sexual y posteriormente llevó a la junta directiva de la compañía a analizar la permanencia de su cofundador, Travis Kalanick, y su eventual partida en 2017.
Durante 2017 también hubo un fuerte eco alrededor del tema de acoso sexual que vivieron varias emprendedoras en Silicon Valley, que involucraron a empresas como Binary Capital o Lightspeed, en denuncias sobre comportamientos anómalos por parte de inversionistas de las firmas. Varios medios publicaron entrevistas con las ejecutivas que denunciaron este tipo de casos y en el caso de Lightspeed incluso se reconoció la poca labor que hicieron ante este tipo de denuncias y publicaron disculpas.
4/ In light of what we have learned since, we regret we did not take stronger action. It is clear now that we should have done more.
— Lightspeed (@lightspeedvp) June 27, 2017
Un caso más reciente sucedió en noviembre de 2018, cuando empleados de Google se manifestaron en contra de la tecnológica sobre las acciones que había tomado la tecnológica en casos de acoso sexual, lo que generó la modificación de las políticas internas de la compañía y el despido de 48 ejecutivos, incluidos 13 de rango senior.
Brecha de género laboral, reto para las tecnológicas
Uno de los grupos que mayor desventaja podría tener a la hora de buscar un empleo en México son las mujeres. De acuerdo al Índice de Mejores Trabajos, México ocupa el lugar número 13 de 17 países de América Latina en términos de participación laboral.
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De hecho la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indicó en un informe sobre inclusión de género en las empresas, que las mujeres tardarán hasta 30 años en lograr igualar la brecha salarial que existe en la actualidad. En números actuales. las mujeres tienen 26% menos probabilidades de conseguir un empleo que los hombres y la brecha salarial entre ambos géneros es aún del 20%.