¡Adiós hippies! Silicon Valley hizo de San Francisco un lugar inaccesible
SAN FRANCISCO - San Francisco ya no es aquel paraíso de los hippies y la marihuana: Facebook, Twitter, Google y todas las millonarias empresas del Silicon Valley convirtieron a esta ciudad en una de las más costosas del mundo.
La renta promedio mensual para un apartamento de dos habitaciones está por los 3,700 dólares, el más alto en Estados Unidos. Y una familia de cuatro personas con ingresos anuales de menos de 117,400 dólares es oficialmente considerada de "bajos ingresos".
La torre Saleforce -llamada así por la compañía de software- domina ahora la silueta de la ciudad y cada mañana y noche se pueden ver los grandes buses que transportan a los empleados de las grandes empresas -los techies- desde San Francisco hasta las instalaciones de Facebook en Menlo Park, Google en Mountain View y Apple en Cupertino.
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Los precios de los bienes raíces tocan el cielo... y no solo en San Francisco. El fenómeno se extiende desde el Silicon Valley en el sur hasta Oakland en el este y más allá.
Según la firma Paragon, el precio promedio de una casa en San Francisco se disparó de 670,000 dólares en 2012 a 1.6 millones al inicio de 2018.
Y mientras crece la prosperidad de un lado, al mismo tiempo se expande más la brecha entre ricos y pobres.
Miles de indigentes harapientos deambulan por la calle Market, por donde pasan Teslas, Maseratis y otros autos de lujo, no muy lejos de las sedes de Twitter y Uber.
Clase media expulsada
Políticos, expertos, residentes: todos coinciden en que si bien la vivienda siempre fue un problema en San Francisco, la situación empeoró con el boom tecnológico de 2012.
Y ahora 7,500 personas viven en las calles en esta ciudad peninsular de apenas 900,000 habitantes.
Servane Valentin, que trabaja en el negocio inmobiliario, dijo que entre 2012 y 2013 comenzó a ver personas de 20 y 30 años "con altos salarios y ninguna idea de qué hacer con el dinero, dispuestos a pagar 2,000 dólares por un estudio".
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En paralelo, la clase media fue expulsada de la ciudad y obligada a vivir en suburbios, que quedan a dos y tres horas en auto con grandes embotellamientos.
Las tecnológicas ya se dieron cuenta de que son blanco de grandes críticas y comenzaron a reaccionar. En enero lanzaron la "Sociedad para el futuro de la Bahía", que reúne a organizaciones públicas y privadas, entre ellas Facebook, Genentech y otras fundaciones, que se comprometieron a aportar 500 millones de dólares (mdd) para hacer frente a los problemas de vivienda y transporte.