De acuerdo con Brigid McDermott, vicepresidenta Food Trust en IBM, la aplicación de este tipo de tecnologías va en aumento, pues el suministro de ciertas de ellas pueden reducir el costo que pagan los retailers por no tener productos de calidad.
“En el caso de México ya se han aplicado algunas pruebas en la producción de mango y en América Latina se ha buscado que la producción de algunos productos del mar cuenten con este tipo de tecnología, donde la idea es evitar que intermediarios vulneren la calidad de los productos que reciben los usuarios finales” argumentó McDermott a Expansión.
Uno de los casos más recientes donde se ha aplicado esta tecnología fue en la trazabilidad de la producción de camarones que tienen en Ecuador, donde a través de una cadena de bloques los productores deben indicar el tipo de producto que llegará a las mesas de los usuarios y se podrá seguir el camino que tengan durante la cosecha, el traslado a almacén y la logística de reparto a tiendas de comestibles.