Muchas películas de ciencia ficción han provocado que soñemos con autos voladores o pilotados de forma autónoma, por lo que la industria está tomando cartas en el asunto desde hace varios años y está acercándonos estas realidades futuristas. Sin embargo estos avances están rompiendo con otros sueños, pues la industria automotriz se está reconfigurando.
Un claro ejemplo es lo que ha pasado con ciudades enteras como Detroit, donde se han cerrado oportunidades laborales por la falta de una industria automotriz crecientes, a la par se ven inversiones millonarias a ciertos sectores de automatización. Un ejemplo es la inversión que Waymo, propiedad de Alphabet que hizo hace unos meses hacia Chrysler, pues a través de una compra de 62,000 mini vans empezarán pruebas de transporte público.