La batería del Switch Lite también fue ligeramente mejorada. Nintendo dice que puede ofrecer entre 4 y 7 horas de duración dependiendo del juego. Si bien nunca llegamos a las siete horas prometidas, si hay una mejora que será notable (más no increíble) en especial para aquellos interesado en cambiar del Switch Normal al Lite.
Un asunto que es un tanto lamentable es que al ser una consola 100% portátil, Nintendo omitió colocar una antena bluetooth en el Switch Lite. Es un tanto frustrante dado que el usuario se sigue viendo obligado a conectar sus audífonos si realmente quiere disfrutar un juego, en especial porque aunque sus bocinas son estéreo, no son una gran experiencia. En un mundo donde los audífonos bluetooth son ya prácticamente la norma, es una pena que Nintendo nos siga obligando a comprar o un adaptador o audífonos con cable.
Los juegos, lo más importante
Pero en el corazón ambas consolas tienen lo mismo. Sí su pantalla puede ser más pequeña y sus controles no se desmontan, pero su procesador, velocidad y memoria interna y RAM es la misma. Y esos factores son lo más valioso del Switch Lite porque Nintendo hizo una consola más barata con algunos sacrificios, pero inteligentemente se negó a sacrificar lo más importante del equipo: su capacidad para reproducir los mejores juegos de Nintendo. Como jugadores uno no compra las consolas por lo poderosas que lleguen a ser, sino por los juegos que puedes tener en ellas. La posibilidad de tener la misma biblioteca de grandes títulos de Nintendo, además de los desarrollados por terceros hacen que la experiencia del Switch Lite valga la pena porque te da la posibilidad de jugar en cualquier lado y de la forma más cómoda títulos que hasta hace unos años únicamente podías experimentar en consolas caseras o sistemas de cómputo de buen desempeño. Claro que uno puede tener el Switch para esos juegos simples de un par de minutos al día o sin grandes historias que son tan comunes en smartphones, pero también puedes tener grandes aventuras digitales de hasta más de 100 horas o jugar con franquicias tan icónicas como Zelda, Mario Bros, The Witcher o Dragon Quest.