Uno de los problemas de volver a las oficinas en medio de la crisis del COVID-19 ha sido la movilidad de los empleados, pues si bien muchos de ellos pueden optar por moverse en un coche propio, la realidad es que muchos lo hacen en transporte público, lo que eleva las posibilidades de riesgo para la empresa. Para enfrentar este problema organismos como la SEMOVI recomiendan delinear nuevas políticas de movilidad, ya sea con infraestructura propia o al echar mano de startups de movilidad compartida como Urbvan o Jetty.
Las startups de movilidad, una opción para regresar seguros a las oficinas
“La idea en un principio fue aplanar la curva, ahora lo que se debe buscar es dar alternativas al transporte público, tener una contención de viajes adecuada y sólo buscar mover a quiénes esencialmente deban moverse, en horarios escalonados que disminuyan las horas pico”, precisó en un webinar sobre movilidad, Daniela Muñoz, directora de Planeacion y Programacion en la Semovi.
Pese a que la movilidad laboral es una de las prioridades al regresar a las oficinas, a la fecha menos del 50% de los empresarios tienen definido un plan de movilidad para la ‘nueva normalidad’, de acuerdo con una encuesta interna de COPARMEX.
Poner transporte de personal o buscar opciones de movilidad con empresas enfocadas en este tema, puede ser un filtro que genere confianza a los colaboradores y una opción puede ser echar mano de las startups dedicadas a la movilidad colectiva.
Una de las empresas enfocadas en este tema es Urbvan, quienes posterior a tener una reducción casi total de sus viajes, la empresa tuvo que invertir 5 millones de pesos para adaptarse a la “nueva normalidad”, inversión que se ha destinado a implementar nuevas medidas de higiene con conductores y usuarios.
“La confianza que se genera al garantizar que hay un ambiente controlado es muy valiosa para los colaboradores. En una encuesta que hicimos a nuestros usuarios reveló que ningún medio de transporte genera confianza al cien por ciento, pero a los que mejor les fue, es el de bicicletas compartidas, luego vanpooling y carpooling, con una media del 40% de confianza”, aseguró, Vicente Torres, director de Asuntos Públicos de Urbvan.
Otras empresas de movilidad, como Bussi, ya empezaron operaciones en la Ciudad de México y en el caso de Jetty, la app reforzó sus protocolos de limpieza y desinfección en todas sus unidades, además de ofrecer capacitación y asesoría a empresas.
La tecnología llega también a los fumadores
De acuerdo con los especialistas lo que queda ahora para las empresas es implementar estrategias como la planeación de rutas de transporte institucional para los colaboradores; incentivos para compartir el automóvil (carpool) y programas de vanpooling; así como el fomento de la movilidad activa como la bicicleta y estrategias de capital humano como horarios flexibles, trabajo escalonado y home office.
Para cualquiera que sea el plan de movilidad que elijan las empresas, el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP) recomendó que se debe hacer una metodología local con cinco etapas: planeación, diagnóstico, desarrollo de propuestas, implementación y monitoreo pues se requiere de una implementación especializada más que solo copiar o trasladar el ejemplo de otra política pública.
De acuerdo a cifras de la Semovi, previo a la epidemia de coronavirus, 19 millones de personas se movían en la metrópoli, y de este número, 53% lo hacían por motivos laborales.
“Más del 25% de los empleos de la ciudad de México se pueden realizar desde casa, así que desde el sector privado se pueden reducir los viajes y mantener a las organizaciones más seguras”, puntualizó Muñoz.