Gallito dijo que esta flexibilidad ayudó a los usuarios y a instituciones a priorizar el tráfico de red de acuerdo a las necesidades.
El concepto de neutralidad en la red viene a decir que los proveedores de servicio de Internet y los gobiernos deben tratar a todo el tráfico de Internet de la misma manera. Es decir, que los proveedores no deberían bloquear o ralentizar el tráfico en sus redes locales según los usuarios, el tipo de tráfico o el servicio que está enviando el contenido.
Maryleana Méndez, secretaria general de la asociación latinoamericana de telecomunicaciones Asiet, indicó que la administración de datos fue fundamental para mantener estables las redes en el momento donde se suscitó el aislamiento de forma obligatoria.
“La contingencia ha servido de alguna manera como campo experimental o sandbox en el sentido que se han habilitado las redes correctamente. Es importante que el usuario pueda elegir qué oferta es la que mejor se adapta a sus necesidades. Debe haber flexibilidad para permitir diferentes modelos de negocio para diferentes consumidores y ofrecerles una experiencia satisfactoria, y debe ser flexible para reflejar una mejor eficiencia, pero sin confundirlo con una falta de regulación”, precisó Méndez.
Además, la vocera de Asiet afirmó que las inversiones en materia de telecomunicaciones podrán ser mayores y más variadas, justo por la existencia de neutralidad en la red.
“El sector de telecomunicaciones requiere cada vez mayores inversiones. En este sentido, una regulación que estrangula o impone barreras retrasaría el acceso a nuevas tecnologías”, dijo Méndez.