La llegada del coronavirus (COVID-19) posicionó a la salud como la base de la economía nacional. En México, las personas se dieron cuenta de los necesario que es invertir en el cuidado y bienestar de la sociedad, pues es la única manera de mantener los negocios de pie, explicó Morgan Guerra Gea, director general de Previta.
Las tendencias tecnológicas de la salud se aceleraron con el COVID-19
A pesar de los beneficios que ofrecen las plataformas, los expertos recomiendan ampliar la conversación y realmente generar soluciones que estén al alcance de toda la población.
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“El gran cambio que provocó la pandemia, tanto en el público en general como en los empresarios, fue visibilizar que la salud es una inversión, no un lujo. Por eso, se empezó a exigir mucho a los médicos que trabajan en instituciones públicas”, refirió el cofundador de la firma especializa en la prevención de enfermedades durante su participación en el Expansión Live ‘Health Tech, la respuesta médica al distanciamiento’.
Sin embargo, dice Guerra, es difícil demandar cuando México es uno de los países que menos invierte en este rubro. Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el país gastó 2.8% del Producto Interno Bruto (PIB) en salud durante 2019.
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Esto impide que un alto porcentaje de la población tenga acceso a servicios de salud, más en medio de una crisis sanitaria que obligó a todas las entidades médicas a concentrar sus esfuerzos en atacar la pandemia.
En este contexto, la tecnología se volvió una gran aliada, ya que permitió fortalecer el sistema médico y generar espacios seguros para la población sensible en temas de salud que no asistía a los hospitales para evitar el contagio del COVID-19.
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“Vimos un auge en las plataformas que te permiten ofrecer una consulta médica a distancia, sin entrar en contacto con el paciente", mencionó Carlos San Román, brand manager relacional de Lenovo México.
En economías desarrolladas, la historia es diferente. "Ya estamos hablando de un dispositivo, que puede ser un teléfono, un sensor, un auto, la televisión o el refrigerador, que manda los datos clínicos de las personas a la nube, donde se hace un análisis para determinar cuáles son sus padecimientos y proporcionarle atención especializada”, agregó.
De acuerdo con el experto, el negocio de dispositivos de atención médica en casa va a crecer hasta siete billones de dólares para 2025. Por eso la importancia de que los gobiernos no solo invierten en salud, sino también en tecnología que mejore la calidad de los servicios que se ofrece a las poblaciones.
En México, la pandemia derribó la percepción de inseguridad que generaba el utilizar una aplicación móvil para acceder a un servicio de salud. Aunque este es solo un primer paso para lograr la trasformación tecnológica en el sector.
“El COVID-19 fue la oportunidad para posicionar a la ciencia como motor de desarrollo y soluciones a problemáticas relevantes como la salud”, aseguró Alejandro Tocigl, fundador y CEO de Miroculus. “Esta coyuntura es algo que nos va a beneficiar a todos y que debe volverse una prioridad”.
Pero, hay que pensar en toda la población, no solamente en el sector con padecimientos que le permiten acceder a servicios de salud a distancia, advirtió Juan Ramírez, fundadora y CEO de Sohin.
Para la experta, es importante que las conversaciones sean más amplias y se vuelvan comunes “Hay pacientes con enfermedades crónico degenerativas que necesitan atención presencial, así que las herramientas tecnológicas solo están condicionadas a algunos padecimientos”, detalló.
Además de esto, agregó, hay que pensar en la accesibilidad. En México, a pesar de que ya hemos avanzado en conectividad, todavía hay muchas personas que no tienen acceso a internet, esto limita sus opciones de atención en línea. “La conversación en salud tiene que ser más amplia, sacarla de los congresos y llevarla a la vida real”, concluyó.
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