Ante el anuncio de las nuevas consolas, PS5 y Xbox Series X, la atención se centra en cuan más poderosas serán. La capacidad gráfica, la velocidad con la que se refrescan los gráficos en pantalla (FPS) y cómo los desarrolladores serán capaces de usar todo este poderío de hardware para desarrollar juegos cada día más reales ha creado una nueva ola de expectativa en el mundo del gaming.
Juegos como Ghost of Tsushima, Call of Duty: Modern Warfare o The Last of Us: Part II, que crean historias y guiones bien cuidados, escenarios y vistas increíbles, auténticas obras de arte, son prueba de cómo el despliegue visual puede traducirse en un franco éxito de ventas, pues los tres calificaron como los juegos más vendidos de 2020, según NPD Games.
Con esta nueva generación de consolas la experiencia gráfica promete un sinfín de historias tan realistas como imposibles pero por otro lado, existe esta gran oleada de juegos que se han centrado en la jugabilidad más allá de lo gráfico y buscan dar batalla a la nueva generación con un gameplay sencillo y que se adopta en masa.