De esta manera, la empresa que contrata este servicio tiene la ventaja de manejar sus presupuestos en tiempo real, pues basta una dirección de correo y un número de celular para generar una tarjeta virtual, además de otorgarle beneficios fiscales al ser deducible para las mismas.
Con su tarjeta virtual el usuario final puede hacer compras en línea como si tuviera una tarjeta de débito, con una capa de seguridad extra que otorga el código CVV dinámico. Este código se requiere para completar las operaciones de e-commerce y es generado de manera dinámica, además de que deja de funcionar unos minutos después. De esta manera se reduce la posibilidad de fraudes en caso de que los cibercriminales roben los datos de la tarjeta, pues el número no se genera en la app, sino llega por correo a la dirección registrada.
Además de los datos de la tarjeta virtual para hacer las compras, la app ofrece la gestión de la cuenta, pues se puede consultar el saldo, ver los movimientos y el detalle de las compras que se han llevado a cabo. Aunque las opciones son útiles, el reto para Sí Vale es generar una versión mejorada de su app, que al día de hoy cuenta con una baja calificación en las tiendas de aplicaciones de Google y de Apple.
Las tarjetas de Sí Vale, que incluyen soluciones para despensa, gastos corporativos y combustible, ganaron popularidad en su versión digital en los meses recientes, en los que la pandemia hacía más difícil la distribución de la versión física, y en particular rumbo a diciembre, pues al no poder hacer la típica celebración de fin de año, algunas empresas decidieron usar la tarjeta de incentivos para darles un dinero extra a sus empleados.
Sí Vale cuenta actualmente con 1,300,000 usuarios activos y planea arrancar esta semana con su campaña “Oficina en casa”, en la que espera colocar 500,000 nuevas tarjetas en el mercado mexicano durante el primer trimestre del año.