Una vez resuelto el tema del hardware, quedan dos puntos importantes a resolver: la conexión remota y la seguridad de la información. En el primer caso, aunque lo ideal es encontrar un proveedor que otorgue un servicio de conexión a alta velocidad, por ejemplo, vía fibra óptica, no todas las zonas y ciudades están cubiertas con este tipo de servicio, por lo que vale la pena explorar las opciones de módems inalámbricos que usan las compañías de telefonía celular y así no depender de un solo proveedor.
Librado el asunto de la conectividad, sólo resta implementar (o contratar) un buen servicio de VPN (redes virtuales privadas) que mantenga cifrada la información que circula entre los empleados, para que no sea fácil darle acceso a los cibercriminales.
Por el lado del recurso humano, no podemos obviar que debe existir, en la medida de lo posible, una separación del espacio de trabajo y el hogar. Es mala idea llevar la laptop a la cama para trabajar o comer frente a la computadora (incluso en la oficina), por lo que se hace necesario generar hábitos para esta nueva modalidad de trabajo, especialmente si no lo habíamos hecho antes. Existen apps y software que nos permiten monitorear el tiempo que pasamos trabajando, y que además nos sugieren tomar descansos y hacer ejercicios simples para cuidar nuestra salud.
La ergonomía y la comodidad no deben ser pasadas por alto, usando sillas y escritorios adecuados, elevando los monitores al nivel de nuestros ojos, y escogiendo un espacio ventilado, por lo menos. Si bien el ruido ambiental es algo que casi siempre está fuera de nuestro alcance, las computadoras más nuevas ya integran Inteligencia Artificial en sus procesadores, lo cual permite a programas de comunicación eliminar el ruido de fondo. Para tener una mejor junta virtual podemos sumarle a nuestro equipo una simple luz LED para selfies, audífonos y micrófono externo, y si nuestro equipo no tiene una buena webcam podemos echar mano de otras cámaras que ya tengamos, como una GoPro o una DLSR.
Finalmente, ya que estás trabajando en casa, si quieres que tu equipo funcione como en la oficina, no olvides tener un disco duro externo para respaldar la información importante, un regulador o no-break para que no se dañe tu equipo con descargas eléctricas, y un buen ruteador que soporte todos los dispositivos que tendrás conectados, pues en ocasiones los problemas de ancho de banda son locales, y no por el proveedor de Internet. El café y la plática probablemente no serán lo mismo que en persona, pero afortunadamente para eso la tecnología nunca ha tenido nada que ver.