"Era del audio"
Al principio, Clubhouse fue criticado por ser elitista y solo permitir acceso a un selecto y reducido número de usuarios. Algunas de las comunidades iniciales —muchas de las cuales se formaron en torno a inversores californianos— siguen siendo influyentes.
Pero ahora los usuarios alcanzan los dos millones por semana.
"Clubhouse aterrizó justo a tiempo como la plataforma donde la gente pudo ir a desahogar sus pensamientos y emociones" sobre la pandemia y las protestas sobre la injusticia racial del verano boreal, dijo David Bchiri, director en Estados Unidos de la consultora Fabernovel,.
Ahora la aplicación debe enfrentar los retos habituales en el mundo de las redes sociales: monetizar su popularidad, pagar a los creadores de contenidos y moderar la información.
"Ahora queremos abrir Clubhouse a todo el mundo", dijeron los fundadores de la aplicación, Paul Davison y Rohan Seth, a finales de enero.
Con el respaldo de más de 180 inversores tras una nueva ronda de recaudación de fondos, Clubhouse está valorada en unos 1,000 millones de dólares, según The Information, una publicación para ejecutivos del sector tecnológico.
Y la aplicación está llamando la atención de las grandes tecnológicas.
Twitter está probando "Spaces", salas de chat de audio en las que pueden hablar hasta 10 personas con un número ilimitado de espectadores. Y se rumorea que Facebook está estudiando una oferta similar.
"Estamos en la era del audio", asegura Bchiri.
"Nuestros nietos nunca tendrán teclados. No necesitarán interactuar con las máquinas de esa manera. Todo se hará con comandos de voz o simplemente pensando en una tarea", explicó.
Con información de AFP