Cabe recordar que la semana pasada, General Motors anunció el recorte de su producción en plantas de América del Norte por la escasez de semiconductores. Ante esto, el fabricante previó que la falta de procesadores reduciría su utilidad operativa de 2021 entre 1,500 millones y 2,000 millones de dólares, según la información que compartió en su reporte financiero, a inicios de febrero.
En su declaración, el ejecutivo no nombró a los proveedores de componentes, pero sí mencionó que los trabajos podrían llevarse a cabo en las fábricas de Intel ubicadas en Oregon, Arizona, Nuevo México, Israel o Irlanda.
La reunión en la Casa Blanca también contó con la presencia de responsables de empresas como Alphabet, AT&T, Dell, Samsung e incluso General Motors, las cuales se han visto afectadas por la escasez de semiconductores, el cual es una de las cadenas de suministro estratégica para el gobierno de los Estados Unidos.