El último mensaje que ha publicado Musk en Twitter lo posteó el pasado viernes. El tuit sólo era un corazón partido en dos, junto al símbolo de la criptomoneda bitcoin, lo que provocó que el valor de la misma cayera 7%.
Anonymous señala en el vídeo que Elon Musk "muestra un claro desprecio por las personas trabajadoras" y lamenta que continúe burlándose de ellos publicando memes "desde una de sus mansiones millonarias".
Además, el grupo de activistas criticó que Musk nunca podrá entender los riesgos que conllevan sus publicaciones en Twitter porque "nació rico gracias a la herencia de una mina de esmeraldas del apartheid sudafricano y no tiene idea de cómo es la lucha para la mayoría de la gente trabajadora en el mundo".
La gran posición de Tesla en el bitcoin y el gran seguimiento personal que tiene Musk en las redes sociales pone al límite a los criptomercados cada vez que tuitea.
El multimillonario ya había dicho que Tesla no venderá sus bitcoins, pero sus tuits fueron suficientes para sacudir a unos mercados que siguen frágiles tras el hundimiento de mayo.
"Cuando Elon Musk tuitea cualquier contenido relacionado con los cripto, el mercado (...) espera una reacción", dijo Nick Spanos, cofundador del proyecto suizo ZAP Protocol.
El desplome del bitcoin le presionaba por debajo de su promedio móvil de 20 días hasta un mínimo de 36,263 dólares, y restaba algo de cobertura a sus ganancias en lo que va de semana, donde acumula un alza del 2%.
Además, la cuenta de Twitter de Musk ha afectado a otras partes del mercado: Samsung Publishing, accionista de la productora de la canción viral de YouTube “Baby Shark”, subió esta semana después de que Musk tuiteara sobre el jingle.