Ahora, gracias a su procesador Snapdragon 870 el teléfono es rápido en sus procesos, permite aprovechar las funcionalidades de multitareas. Además, gracias a la posibilidad inicial de poder configurarlo para trabajo y vida personal o solo trabajo, nos permite utilizarlo de manera fluida para cualquiera de los dos ambientes, manteniéndolos lo más divididos posible.
La tasa de refresco de 120 Hz también nos ayuda a tener una experiencia fluida al navegar en internet, utilizar redes sociales, ver videos, etc. Esta taza de refresco se puede ejecutar de manera manual, no es algo que se haga de manera automatizada.
Otra ventaja es su pantalla AMOLED con resolución Full HD+, la cual en este caso dio una gran experiencia en términos de imagen con un brillo superior, además, las imágenes no se ven muy distorsionadas si cambias los ángulos de visión del smartphone.
En cuanto a audio, ahora el teléfono tiene doble altavoz frontal y sonido Hi-Fi. En ese sentido también tiene un buen rendimiento, tal vez algunas fallas en los graves y un sonido no tan limpio cuando está a máximos niveles.
Sobre las fotografías, Xiaomi siempre se ha caracterizado por entregar buenas fotografías con sus dispositivos y esa no es la excepción con el POCO F3. Solo en ocasiones puede existir mucha saturación en las imágenes pero para ello solo hay que revisar las condiciones del HDR y la IA, así como el modo de fotografía que se está utilizando.
En general hay buenos niveles de contraste y de brillo, en modo nocturno funciona bastante bien, y yo creo que se pone por encima de varios smartphones de esta gama.