Apple tendrá que pagar 300 millones de dólares a la empresa Optis Wireless Technology, según la determinación de un juez de Texas, debido a que la compañía californiana utilizó tecnología LTE, patentada por Optis, para la fabricación de sus iPhones, iPads y Apple Watch, los cuales son algunos de sus dispositivos más populares.
El caso ha sido controvertido, pues Apple ha argumentado que Optis no fabrica sus productos o tecnología y “su único negocio es demandar a las empresas utilizando las patentes que acumulan”, según declaraciones de un portavoz a diversos medios, a los cuales también confirmó que apelarán la determinación.
Las patentes de tecnología 4G/LTE en cuestión pertenecieron algunas vez a Samsung, Panasonic y LG hasta ser obtenidas por Optis, empresa que ha mantenido una disputa con Apple en otros países respecto a asuntos similares.