En 2022, de cinco a seis veces más trabajadores estadounidenses trabajarán desde casa durante la mayor parte de su semana laboral, de acuerdo con el reporte Global Workforce Analytics . Tan solo cuatro años antes, en 2018, apenas cinco millones de empleados trabajan con homeoffice permanente. Los trabajadores remotos llegaron para quedarse, observa la nota “ Empowering the Permanently Remote Workforce” , del blog de TCS (Tata Consultancy Services).
Para que esto ocurra, operan fuerzas imparables: las presiones de la actual pandemia (y los rebrotes futuros o nuevas pandemias) están convirtiendo el trabajo remoto en un elemento fijo. A su vez, los beneficios de trasladar el trabajo de la oficina al hogar se pueden ver en tres categorías: las compañías ahorran y operan de manera más ágil; los trabajadores están menos estresados por los desplazamientos por las ciudades y la sociedad, en general, disfruta de entornos con menores índices de contaminación y aglomeraciones.