Livin’ la vida loca
El ‘Ché’ Guevara decía que era una locura pensar en una revolución sin tiros y en Far Cry 6 hay de sobra.
Uno de los más grandes aciertos de Ubisoft con esta entrega es el combate, que en juegos anteriores generó algunos dolores de cabeza. En Yara, la sangre corre como ríos y resulta entretenido experimentar con diferentes tipos de armamento, estrategias y accesorios para eliminar a las fuerzas de Castillo.
Cada arma se siente distinta, el sistema de cobertura funciona bien y los rivales, que avanzan en dificultad conforme camina la historia, son un reto apenas unos niveles arriba en el desarrollo de Dani Rojas. El combate en Far Cry 6 se vuelve aún más espectacular con la enorme cantidad de explosiones que los jugadores pueden provocar con granadas y bombas Molotov, o con otro tipo de armamento de fabricación ‘ingeniosa’.
Como mencionamos, la isla ha estado bajo embargo por varias décadas y los recursos son sumamente escasos. Por ello, los guerrilleros de Libertad, incluido Dani, deben recurrir a chatarra para fabricar y mejorar armamento. Ejemplo: una mira para una rifle de asalto hecha con cristal reciclado, un láser común y una lata de sardinas. Es muy divertido construir armas a partir de desechos, como un mortal lanzador de CDs.
Un punto a destacar en el combate es que Far Cry 6 incorporó un sistema de ‘amigos’ que te auxilian al momento de los balazos. Y no, no se trata propiamente de otros guerrilleros, o bueno, más o menos. Un cocodrilo llamado Guapo, un perrito que responde al nombre de Chorizo o un gallo de pelea conocido como Chicharrón, te acompañan por todas partes, cada uno con habilidades diferentes que suman al estilo de cada jugador.
Resulta entretenido ver a Guapo devorar soldados, aunque aprender a controlar a los ‘amigos’ y emplearlos adecuadamente toma tiempo.
Gráficamente, Far Cry 6 es un logro. Yara se siente realmente como un sitio azotado por la miseria, aunque rico en belleza natural. Manejar o cabalgar por los rincones de un vasto mapa (una costumbre del estudio de videojuegos) es un espectáculo por la variedad de edificios y vegetación que le dan un toque de realismo poderoso a la historia. Quienes vivimos en estas latitudes del planeta, reconocemos esos caminos de tierra que llevan a granjas secas o poblaciones en miseria avasalladas por el ejército.
La parte visual la complementa un soundtrack muy, pero muy peculiar. Claro, los sonidos tropicales tradicionales, pero también el reguetón, suenan constantemente en los vehículos y grabadoras de la isla. En Yara, puedes ir manejando con un son cubano y, de pronto, estás bailando desde tu sillón al ritmo de Livin’ la Vida Loca, de Ricky Martin. Los desarrolladores de Far Cry 6 fueron un poco más lejos: bastante temprano en la historia podrás hacer una misión cargada de explosiones y tiros al ritmo de Bella Ciao, la canción italiana del siglo XIX adoptada por los partisanos antifascistas y popularizada por la serie La Casa de Papel… en versión salsa (la disfruté, confieso).