Hubo un tiempo en el que tomábamos fotografías con cámaras análogas. Había algunas que, incluso, eran desechables. Solamente podíamos tomar entre 20 y 30 fotos. Eran tiempos distintos; uno no se podía dar el lujo de desperdiciar los rollos. Por lo tanto, pensabas muy bien antes de tomar una fotografía. Normalmente se guardaban para ocasiones muy especiales, como viajes, cumpleaños, bodas, reuniones familiares…
La magia sucedía a la hora del revelado. La fotografía era una incógnita, no se podía previsualizar. Llevabas tus rollos al estudio más cercano, esperabas con ansias, y pasabas por las fotos impresas un par de días después.
En mi caso esto era incluso un ritual familiar. Mamá llegaba a casa con paquetes llenos de fotos. Nos sentábamos a ver una por una: descartábamos las borrosas y escogíamos las mejores. Ella tenía la costumbre de siempre escribir detrás de la fotografía la fecha y el lugar en la que fue tomada. Después, todos nuestros recuerdos terminaban almacenados en álbumes, que a la fecha seguimos abriendo para recordar dónde estábamos, qué hacíamos, quiénes éramos.
Publicidad
Kodak: la empresa que hizo las fotografías posibles
“Usted apriete el botón. Nosotros hacemos el resto”, este fue el primer slogan de la emblemática compañía multinacional The Eastman Kodak Company, mejor conocida como Kodak, dedicada al diseño, producción y comercialización de equipamiento fotográfico. Fue creada en 1888, en Nueva York, por un hombre llamado George Eastman.
En aquella época tomar fotografías era una labor complicada y costosa. Se requerían equipos fotográficos muy caros, y unas placas de cristal sumamente estorbosas y poco fáciles de utilizar, lo cual hacía que la fotografía fuera una actividad de nicho.
Eastmann es recordado en la historia por haber creado y patentado el 4 de septiembre de 1888 el rollo de película, la cual sustituyó las tradicionales placas de cristal. Ese mismo año lanzó la cámara Kodak 100 Vista, la cual revolucionó por completo la manera en la que se tomaban fotografías por tres razones: la cámara era fácil de usar, transportar, y ya se vendía cargada y lista para tomar 100 fotografías.
Cabe resaltar que gracias a este invento de Estmann, el rollo de película se convertiría en un elemento básico para que Thomas Edison, Georges Méliès y los hermanos Lumière pudieran crear las primeras piezas de cine.
El éxito de la marca radicó no solo en el gran invento, sino en el modelo de negocio de “cebo y anzuelo”, el cual consiste en ofrecer un producto básico a un bajo costo para luego obligar al cliente a la compra repetida de repuestos.
En el caso de esta cámara el rollo podía tomar hasta 100 fotografías, las cuales Kodak revelaba por un precio muy bajo, y obligaba a comprar otro rollo para seguir tomando más fotografías. Esto significó una revolución y ganancias para todos: se democratizó el uso de las cámaras y las fotografías, y Kodak aumentaba sus ventas e ingresos por sus productos.
Esto llevó al rápido crecimiento de Kodak, por lo que en 1900 lanzaron su cámara “The Brownie”: la emblemática 'caja' que tomaba fotografías cuadradas. Todo esto por el precio inicial de un dólar (equivalente a 29 dólares en 2022).
Publicidad
Kodachrome: el primer filme a color
Eastmann sabía que la vida no sucedía en blanco y negro, por lo que en 1935 crea Kodacrhome: el rollo que permitió capturar por primera vez fotografías a color. Primero fue lanzado en un formato de 16mm para películas. Posteriormente lograron adaptarla a 8mm y 35mm.
Desde 1935 hasta el 2009 Kodachrome fue el rey de los rollos a color. Es gracias a este rollo que pudimos ver el rojo en el cielo del desastre de Hindenburg de 1936; el traje rosa que Jaqueline Kennedy portaba en la caravana del asesinato de John F. Kennedy en 1963; o los inolvidables ojos verdes del retrato de “la niña afgana” del fotoperiodista Steve McCurry, en 1985.
Pero no todo era color de rosa. Durante casi 20 años desde la creación de Kodachrome, todo aquel que tomara una fotografía con estos rollos forzosamente tenía que enviarlo a algún laboratorio de Kodak para que fuese revelado. En 1954, el Departamento de Justicia de Estados Unidos sentenció esta práctica, pues declararon que era un monopolio. Kodak se vio forzado a aceptar a que otras compañías pudieran realizar estos revelados.
Pero el verdadero declive de kodachrome comenzó en 1990, cuando Fujifilm, su competencia directa japonesa, sacó Velvia: una película de color de alta definición. Se dice que fue este invento el que marcó el fin de la era Kodachrome, pues ofrecía fotografías mucho más luminosas, con mejores colores y grano, pero sobre todo, eran mucho más fáciles de revelar.
Sin embargo, Kodachrome será recordado por ser el producto más popular y vendido en la historia de Kodak. Tuvieron que pasar 74 años para que dejaran de producir estos rollos.
Publicidad
La campaña “Kodak Moment”
Tomar fotografías de momentos especiales es una campaña que vendió Kodak. Con la campaña publicitaria “Estos son los momentos Kodak”, los “momentos que valen” siguen siendo, a la fecha, esenciales para fotografíar.
El declive de Kodak
Se estima que para 1968 el 80% de las fotografías habían sido capturadas por Kodak. Atribuir el declive de la empresa a una simple razón o a un solo error histórico sería erróneo. El reporte “Why did Kodak Fail” demuestra que tomó más de un par de décadas para que una empresa con más de 130 años siendo casi monopolio se declarara en bancarrota.
Irónico suena que fue dentro de Kodak, en 1975, donde se inventó la primera cámara digital. Steve Sasson era en ese entonces un ingeniero que trabajaba en la compañía, y creó el primer dispositivo recargable con una imagen de sensor de 0.1 megapíxeles, logrando así, dentro de las fábricas de Kodak, la primera cámara digital. Sin embargo, cuando Steven contó a sus jefes sobre su invento, la respuesta fue: “Es bueno, pero no le digas a nadie”.
El segundo gran error, después de ignorar el invento de Sasson, fue no mudar su modelo de negocio “cebo y anzuelo”, el cual fue rápidamente sustituído por las cámaras digitales, a las cuales Fujifilm sí se adaptó a gran velocidad.
El tercer error fue que, ya desde los años 80, Fujifilm comenzaba a pisarle los talones a Kodak. Ofrecían productos similares -o aún mejores- en cuanto a precio y características. Los rollos eran un 20% más económicos que los de Kodak, y ofrecían la misma o mejor calidad.
Pero fueron ellos quienes implementaron a gran escala las cámaras digitales, mientras que Kodak insistía en que el formato análogo era insuperable al digital. Fue así como perdieron casi una década peleando con sus competidores en lugar de adaptarse al mundo digital. Incluso, algunos medios comenzaban a mencionar que Kodak estaba quedando atrás por ignorar las nuevas tecnologías.
Pero cuando Kodak por fin comprendió que debía cambiar a lo digital, ya era demasiado tarde. Muchas compañías ya se habían posicionado en el mercado, y Kodak no pudo alcanzar el ritmo.
Fue en 2004 cuando Kodak anunció que ya no vendería sus tradicionales cámaras. Esto provocó el despido de 15,000 empleados (casi un quinto de la compañía en ese entonces). Para 2011, Kodak ya había perdido su lugar como una de las 500 compañías más poderosas de Estados unidos
Kodak en la actualidad
Kodak sigue viva. Y una de sus principales razones fue por la cantidad de importantes patentes que tenían.
Después de recuperarse de la bancarrota, comenzaron a enfocarse en impresiones digitales e impresoras, así como la manufactura de rollos análogos para la realización de películas.
Actualmente, Kodak sigue ofreciendo una gran variedad de productos como: cámaras instantáneas, digitales y análogas; impresoras y scanners; ropa y accesorios; proyectores; televisores; cámaras de seguridad; accesorios para smartphones; son algunos de los numerosos productos que venden.
Se estima que, anualmente, tomamos más de un trillón de fotos. Estas han cambiado la manera en la que vemos el mundo por siempre, y Kodak fue una de las empresas que indudablemente jugó uno de los papeles más importantes para llegar a la fotografía que tenemos hoy en día.
Si tuvieras que tomar una última foto, ¿qué fotografiarías?