Según el informe, varias redes de cuentas parecen haber publicado "contenido sospechosamente similar", casi al mismo tiempo, incluida la propaganda prorrusa de cuentas no autenticadas.
También aparecieron campañas en el lado ucraniano, con mensajes pidiendo a Occidente que estableciera una zona de exclusión aérea y apoyando otras escaladas militares. Pero no todo estaba relacionado con el conflicto. Los investigadores descubrieron que las palabras clave relacionadas con Ucrania también se usaban para difundir spam, incluida una estafa de criptomonedas que pretendía apoyar la resistencia ucraniana.
“Las redes sociales se han convertido en la última frontera para la guerra. Cuando se explota y se usa para amplificar las voces de los malos actores y para difundir información falsa, puede convertirse en una poderosa herramienta para manipular la opinión pública. Esto ya se ha visto en el contexto Rusia-Ucrania, con organizaciones de noticias rusas y representantes del gobierno impulsando teorías de conspiración de que la masacre de Bucha fue un engaño, entre muchas otras falsedades, como informa Político”, señala la analista de medios, Ana Fleck.
El mismo 24 de febrero Twitter bloqueó por error diversas cuentas, entre las que se encontraban investigadores, analistas de seguridad, así como sitios de noticias. Tras el restablecimiento de sus perfiles, los responsables de las cuentas expresaron su preocupación en torno a la suspensión, pues consideraron que se había tratado de una campaña masiva destinada a desactivar las cuentas.
A través de un comunicado, Elizabeth Busby, vocera de Twitter, dijo que se trataba de un error, el cual se basó en sus reglas contra los medios sintéticos y manipulados, pero que ya se encontraban monitoreando lo sucedido.