Andy Burrows, jefe de política de seguridad en línea de la NSPCC, describió las cuentas como un "escaparate" para los pedófilos. “Las empresas deberían identificar este contenido de manera proactiva y luego eliminarlo ellas mismas”, dijo a The Guardian. “Pero incluso cuando se les informa, juzgan que no es una amenaza para los niños y que deben permanecer en el sitio”.
Al respecto, Instagram ha dicho que su tecnología no había encontrado ningún indicio de que la cuenta reportada fuera en contra de las directrices de la comunidad.
La única solución que se le ha ofrecido al investigador es bloquear la cuenta, dejar de seguirla o volver a denunciarla. Al final la cuenta ha terminado cerrada, pero son más de 33,000 seguidores los que han conseguido ganar en el tiempo que ha estado activa, y sin que la plataforma la suspendiera.
Meta, la empresa matriz de Instagram, dijo que tenía reglas estrictas contra el contenido que explota sexualmente o pone en peligro a los niños, y que lo eliminó cuando se dio cuenta. “También nos enfocamos en prevenir daños al prohibir perfiles sospechosos, restringir que los adultos envíen mensajes a niños con los que no están conectados y asignarles cuentas privadas a los menores de 18 años”, dijo un portavoz.
Instagram no es la única red social en la que ha pasado esto. Twitter también se han encontrado cuentas similares que no cumplen con las normas impuestas. Esto ha generado una gran preocupación en torno a la eficacia de las herramientas de denuncia que ofrecen las diferentes plataformas.
La empresa ha tenido especial foco en hablar sobre las medidas y herramientas que han implementado para cuidar a niños y adolescentes, que van desde evitar contenido que pueda ser nocivo para la salud mental de los usuarios, hasta controles parentales.
Los nuevos controles parentales forman parte de la promesa de Meta de proteger a los niños que utilizan sus aplicaciones de redes sociales, después de que un informante filtrara documentos internos que demostraban que la empresa era consciente de que Instagram causaba problemas de imagen corporal a algunas adolescentes.
En 2021, Instagram admitió que esta red social suele tener efectos perjudiciales en las adolescentes, pues se transforma en un motor de “comparación social” a través del cual las usuarias se juzgan a sí mismas a partir de comparativas establecidas en relación al atractivo o éxito de otras personas.
De acuerdo con Reuters la compañía permitirá a los padres controlar el tiempo que sus hijos pasan en Instagram y pondrá en marcha funciones de supervisión parental en los lentes de realidad virtual de Quest.
Los padres podrán ver qué cuentas siguen sus hijos y podrán establecer límites de tiempo para que sus hijos pasen en la aplicación. La supervisión de los padres tanto en Instagram como en Quest requerirá el consentimiento de los adolescentes.