Ante las dinámicas de trabajo remoto, refiere Fornelli, “una tecnología como esta es una necesidad”. Sin embargo, los sistemas de seguridad para la nube deben garantizar que los usuarios conozcan quién es la persona que quiere acceder a los datos, qué hacen con la información e incluso cómo la manejan para prevenir vulnerabilidades.
Al tener herramientas de seguridad en la nube, “el cliente puede estar seguro sobre la identidad del usuario que quiere tener acceso, así como su contexto, es decir, desde dónde accede, si se trata de una computadora corporativa o un dispositivo personal y ver qué forma de protección se le da”.
El especialista también destaca que se trata de un proceso compartido, pues por una parte el proveedor de la infraestructura debe asegurarse que cuenta con la protección debida para proteger los recursos. Asimismo, debe asumir un compromiso de acompañar a los clientes, a veces incluso educándolos, para que la experiencia no se torne en un sufrimiento y sacar el provecho de la experiencia en la nube.
Respecto al cliente, sus responsabilidades incluyen la gestión de usuarios, así como sus privilegios de acceso, pues de esta manera se evita el acceso no autorizado a la información. Gartner apunta que nueve de cada 10 fallas en la seguridad de la nube son culpa de los clientes.