Uno de los objetos es el Aerosolsense, el cual aspira el aire y se comenzó a desarrollar incluso desde antes de la pandemia en conjunto con el gobierno de Estados Unidos, que buscaba mejorar la respuesta ante enfermedades infecciosas, como el Ántrax. El otro dispositivo es Renvo, un mini laboratorio para realizar pruebas PCR en 30 minutos.
Entre las principales motivaciones de esta tecnología, platica Rodríguez, está la simplificación de los procesos de detección, pues no todas las empresas cuentan con un laboratorio para hacer pruebas PCR y en caso de realizarlas, deben contar con una infraestructura de logística para transportarlas.
La prueba se divide en dos etapas: la primera es la del Aerosolsense, que recolecta la muestra del aire en un espacio no mayor a 200 metros, recomienda el especialista. La segunda parte es donde entra el mini laboratorio para hacer la prueba PCR.
Un análisis de este tipo se diferencia de las pruebas rápidas de antígenos, debido a que apunta al genoma del virus, es decir, en el laboratorio se “rompe el virus” para obtener su material genético y posteriormente replicarlo hasta el punto de cuantificar si existe el virus.