Esparza no es la única que está cautivando al público con su novedoso arte. Cada vez más artistas, diseñadores, arquitectos o cualquiera que quiera llevar su arte a otra dimensión -literalmente- están implementando tecnologías como Inteligencia Artificial (IA), Realidad Virtual (RV) y Realidad Aumentada (RA).
Y es que, cada vez será más común ver imágenes creadas por programas como Midjourney, Dall-E o Stable Difussion; se comienza a cuestionar si podría una IA crear una película desde cero ; si escucharemos más música hecha por no-músicos, con programas; o si parte de lo que publicará un medio de comunicación no será sustituído por textos generados automáticamente.
Lo cierto es que estas herramientas no se irán pronto y permiten numerosas posibilidades que, de lo contrario, no serían posibles sin la tecnología.
El eterno debate entre arte y tecnología
Hace unas semanas, Jason Allen, un diseñador de videojuegos originario de Colorado, ganó un concurso de arte estatal por su pieza “Théâtre D’opéra Spatial”. Sin embargo, esto no agradó a la comunidad artística por un detalle: la pieza fue generada por Inteligencia Artificial (IA) en Midjourney, un sofisticado programa que traduce texto a imágenes.
Esto generó polémica entre la comunidad artística. RJ Palmer, un artista conceptual, tuiteó: “ Lo que hace que esta IA sea diferente es que está explícitamente entrenada en artistas que trabajan actualmente. Puede ver a continuación que la imagen generada por IA (izquierda) incluso intentó recrear el logotipo del artista que robó. Esta cosa quiere nuestros trabajos, es activamente anti-artista.”
“Sabía que esto sería controversial” , compartió Allen. Pero su defensa fue que la petición que le hizo a la máquina tuvo que ser muy refinada. De acuerdo con él, creó cientos de imágenes y, después de semanas de afinar y curar sus textos, eligió sus top tres y los imprimió.
Lo cierto es que, aunque estas herramientas sí permiten que no dibujantes dibujen, lo que sigue siendo necesario es tener algo que contar - y tampoco es tan sencillo como parece-.
Yunuen compartió: “A mi me gusta considerarme más una cuentacuentos, donde empiezo a contar una historia en el lienzo físico y la termino trasladando al arte digital (...) Para realizar toda la parte digital, elaboro un storyboard, un storyline, veo qué imagenes voy a usar, qué audios y qué música voy a utilizar y sobre todo el timing”.
Por otro lado, Yunuen comparte que para hacer su arte sigue siendo necesaria una cosa que no es posible realizar con la herramienta digital: escoger un tema. “Suelen ser muy variados pero, sobre todo, son sobre mis experiencias personales como mujer, madre y ciudadana de la Ciudad de México”.
Hace unas décadas, surgió un debate similar con la fotografía. Pierre Bordieu, en su texto La fotografía: un arte intermedio, escribió: “(la fotografía) aparece como un medio privilegiado de aprehender en su expresión más auténtica, las estéticas (y las éticas) propias de los diferentes grupos o clases y, particularmente, la “estética” popular que puede, excepcionalmente, ponerse de manifiesto en ella”.
Lo que es cierto es que el arte que se hace con la RV, RA e IA solamente puede hacerse si se tienen los medios necesarios para hacerlo. Por ejemplo, un dispositivo con las capacidades técnicas para soportar las aplicaciones y gráficos, hasta una tecnología 5G.
“Renovarse o morir”, concluye Esparza. “Siempre va a haber espacio para el arte tradicional. Pero si uno quiere permanecer presente, hay que educarse y evolucionar conforme va evolucionando la misma cultura. Y aunque nos de miedo aprender lo nuevo que hay, creo que vale la pena hacer un esfuerzo (...) es estar educado en cuanto a las nuevas tecnologías”.