Boston, Massachusetts - En el pasado, cuando se pensaba en criminales lo que venía a la mente eran piratas con garfios; gangsters con revólveres; ladrones callejeros con cuchillos, pero en la actualidad, los más grandes delincuentes son los hackers. Incluso, pueden parecer estudiantes de preparatoria o personas en traje detrás de una computadora los que pongan en jaque a empresas poderosísimas como Facebook, o gobiernos enteros, como el caso de Costa Rica.
Los ataques de ransomware están aumentando cada año. El estudio “The cost of Data Breach”, elaborado por IBM, reveló que, en promedio, en 2020 este tipo de ataques costó a las empresas 3.86 millones de dólares. Un año después, aumentó 12.7% a 4.24 millones de dólares. Para 2022, este tipo de ataques alcanzó el primer trimestre un récord histórico con 4.25 millones de dólares, con un aumento del 2.6% respecto al año pasado.
Gabriel Catropa, CTO de seguridad en LATAM para IBM, compartió: “Hoy, gran parte de los impactos es por tener componentes de seguridad muy bajos. Hay que tener una infraestructura segura, parte de gestión de vulnerabilidad, parte de componentes de cloud (...) proteger a toda una compañía no es posible. Pero lo mínimo que hay que hacer es tener la mentalidad de las ‘joyas de la corona’ que hay que proteger y los perímetros más relevantes”.