Después de las críticas que tuvo con el renacimiento de Modern Warfare del 2019 y Vanguard, el estudio mantiene su ritmo de juegos de campaña año con año con Call of Duty Modern Warfare II, con múltiples eventos y un despliegue de marketing alrededor del mundo.
Esta entrega está llena de nostalgia y de referencias a los jugadores que conocen la franquicia desde que inició. Sin embargo, para los que se encuentran con el videojuego por primera vez lo disfrutarán.
Se nota que el juego cuida los detalles. Las ciudades que visita están llenas de pequeños distintivos que hacen que te sientas inmerso en cada locación. El argumento, que junta a “todos los enemigos” de Estados Unidos en una sola campaña, te hace viajar alrededor del mundo. Pasando por el supuesto Irán, la supuesta España o te enfrentas a organizaciones similares a Al Qaeda o a los carteles mexicanos.
Esta conjunción de historias te permite pasar por distintos personajes con roles distintos, un soldado en tierra, un infiltrado, francotiradores o hasta una aeronave, sumada a una dinámica entre persecuciones en autos, o las misiones en el agua.
Pero uno de los problemas está en la duración de la campaña. Considerando que es un juego completo y de venta que supera los 1,600 pesos mexicanos, se siente un juego corto, con apenas más de seis horas de juego. Aunado a que lo cerrado de sus misiones no permite una re-jugabilidad amplia.
La apuesta de este Call of Duty parece centrarse en el multijugador. Solo basta pensar en los más de 100 millones de jugadores mensuales que tiene la franquicia en este momento. De la misma forma que pasa con Halo Infinite, la campaña es una especie de laboratorio para entender dinámicas de juego, probar armas y nuevas modalidades, con la diferencia de que este juego no está incluido en los servicios de Game Pass, incluso después de la adquisición de Activision Blizzard por Microsoft, y después de la polémica sobre su exclusividad en la plataforma.
El modo multijugador se sumará a la dinámica actual de armas y modos de juego que recopila en sus versiones anteriores y ahí es donde buscará su fortaleza. Fenómeno similar con el título pasado, Vanguard, a pesar de que su campaña no fue muy exitosa su repercusión mediática mantiene la conversación en el multijugador, con modos de juego nuevos y privilegiando el modo 6v6, para jugar con amigos en squads.
Los aciertos del juego están en lo gráfico, música y diseño de sonido. Las cinemáticas están bien integradas a la historia, los disparos y explosiones, especialmente para los que usan audífonos aumentan significativamente la experiencia. Incluso con la adición de la Banda MS como parte del juego.
Un tema importante para considerar en lo gráfico es que empiezan a notarse los avances en las miradas, esos ojos vacíos que vemos en muchos juegos y en donde se nota que son animaciones, en Call of Duty están muy bien resueltos, las miradas transmiten emociones.
Los diálogos por su parte también suman, si los escuchas en la “ versión original” escucharás diálogos en inglés, árabe, español, etc. Y a pesar de que algunos diálogos caen en la caricaturización, por ejemplo del narco mexicano, en general le da coherencia a la historia. Es un juego que se siente enfocado al público norteamericano, de mostrar el patriotismo y, como sucede en las películas de super héroes, Estados Unidos salva al mundo de la desgracia. De modo que estos detalles para su público serán imperceptibles, pero en nuestro país aunque son notables no arruinan la experiencia.
De los Call of Duty recientes, este sin duda es el que más versatilidad otorga, aprovecha el poderío de las nuevas consolas y motores gráficos; sin embargo, es un juego que ha explotado la formula de la guerra, del narcotráfico o del terrorismo de forma tal que ya es muy difícil encontrar alguna distancia o sorpresa. Veremos si dentro de la nueva estructura de Microsoft se renueva veamos secuelas con nuevos pretextos.
