Estas almohadillas también son clave para una de sus funciones: el aislamiento de sonido. Lo primero que pude notar es su modo de cancelación de ruido, que si bien no lo bloquea por completo, si hace una gran labor para aislar el ruido exterior de lo que quieres escuchar. Apple dice que es hasta dos veces mejor que su versión anterior.
Lo cierto es que utilicé esta función varias veces durante videollamadas en la oficina o incluso para escuchar música para concentrarme y lo logré, porque era muy difícil escuchar a los demás.
El sonido es muy envolvente, la calidad de los bajos es muy potente y nítida, incluso utilizando el booster. Muy cómodos, al hablar o masticar, no salen de su lugar que eso suele pasar con otros modelos similares. En movimientos fuertes o repentinos, como cuando se hace ejercicio, se mantiene en su lugar.
Ahora, esta cancelación de ruido está pensada para ocurrir de manera automática, gracias a la integración del nuevo chip H2 y al uso de algoritmos que son capaces de detectar cuando la persona está en un ambiente con mucho ruido (como puede ser en ocasiones una oficina o la calle) y cuando nota que existe una reducción de este se mueve hacia el modo “Ambiente Adaptable” en donde es posible tener un poco de sonido del exterior, pero reduciendo algunos de los sonidos más fuertes.
También es posible, como lo hice yo, poder realizar los ajustes desde los iPhones o incluso tocando los audífonos para cambiar de un modo a otro.
Otra función que me pareció muy relevante es que permiten que el audio se adapte a la forma específica de cada persona con el audio espacial personalizado. Esto se consigue utilizando la cámara TrueDepth para hacer un mapeo de la forma de la cabeza y la oreja de quien está utilizando los Airpods Pro.
En este caso tanto yo como mi esposo los utilizamos para distinguir si se adaptan a cada uno de nosotros y pudimos comprobar al escuchar música en audio espacial, que esta se adapta por completo a nosotros y a nuestros movimientos y la experiencia de sonido es muy buena. Todo se escucha como debería escucharse, con una limpieza en el audio y con mucho detalle.
Ahora, sobre los controles, en el caso de los Airpods Pro todo se realiza en los pequeños palitos, desde donde se puede controlar el volumen de lo que se está escuchando sin tener que depender ya de otro dispositivo para hacerlo. La curva de aprendizaje para el control del volumen puede tomar unos intentos para dominarlo pero después de unos intentos ya es muy sencillo usarlo.
Se convierten en el complemento perfecto del ecosistema de Apple, tanto en términos de entretenimiento como de productividad si eres usuario de sus iPads, iPhones y Macs, porque además, son capaces de detectar en qué dispositivo estás presente aunque tengas varios andando a la vez.
Cuando llega una llamada al teléfono, se conectan hacia allá pero si decido tomar una videollamada en la computadora se dirigen para allá e incluso si pongo play a una película en el iPad, lo detecta y se conecta al instante.
En cuanto al estuche, este mantiene casi el mismo diseño que el anterior pero con algunas modificaciones. Una de las más relevantes es que ahora cuenta con un pequeño altavoz que generan sonidos en diferentes circunstancias: cuando se conecta a un dispositivo, para cargarlos o para buscarlos a través de Find My.
¿Valen la pena?
Este accesorio se vuelve en otro buen regalo de temporada para quienes son usuarios de Apple y sobre todo, para aquellos que nunca han tenido unos Airpods e incluso quienes tienen versiones anteriores de estos y que conviven en el ecosistema de Apple todo el día.