"Antes se asociaba a los smartphones, pero ahora somos una empresa de tecnología empresarial", declaró a Reuters el presidente ejecutivo, Pekka Lundmark, en vísperas de una presentación de la empresa previo al Congreso Mundial de Telefonía Móvil (MWC), que se celebra en Barcelona desde el lunes hasta el 2 de marzo.
Tras asumir la dirección de la compañía finlandesa en 2020, Lundmark estableció una estrategia en tres fases: resetear, acelerar y escalar. Una vez completada la etapa de restablecimiento, Lundmark dijo que la segunda está comenzando.
Aunque Nokia sigue teniendo como objetivo hacer crecer su negocio de proveedores de servicios, en el que vende equipos a empresas de telecomunicaciones, su principal meta ahora es vender equipos a otras empresas.
"El año pasado registramos un excelente crecimiento del 21% en el sector empresarial, que actualmente representa el 8% de nuestras ventas, es decir, 2,000 millones de euros (2,110 millones de dólares) aproximadamente", declaró Lundmark. "Queremos alcanzar los dos dígitos lo antes posible".
Las grandes firmas tecnológicas se han estado asociando con fabricantes de equipos de telecomunicaciones como Nokia para vender redes 5G privadas y equipos para fábricas automatizadas a clientes, en su mayoría del sector manufacturero.
Nokia planea revisar la senda de crecimiento de sus diferentes negocios y considerar alternativas, incluida la desinversión.