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El negocio al que Nokia apunta este año y que no tiene que ver con celulares

La necesidad de conectividad desatada por la pandemia impulsó a los consumidores a incrementar sus paquetes de banda ancha, sin embargo, la tendencia en la demanda puede empezar a ralentizarse.
mar 31 enero 2023 01:48 PM
El boom de la fibra óptica podría ralentizarse por una posible recesión.
Nokia espera que las empresas de redes fijas, como Megacable, Izzi, Telmex y Totalplay, mantengan sus inversiones en el despliegue de fibra óptica este año.

México se ha convertido en uno de los mercados con mayores tasas de crecimiento de suscriptores de banda ancha a nivel mundial. En 2022 se ubicó en la cuarta posición solo por debajo de Francia e incluso un lugar arriba de Estados Unidos, según el informe de la consultoría Point Topic.

La necesidad de conectividad desatada por la pandemia impulsó a los consumidores a incrementar sus paquetes de banda ancha para continuar con sus actividades educativas, laborales y de entretenimiento. Sin embargo, la tendencia en la demanda de más conectividad puede empezar a ralentizarse.

Point Topic reveló en su informe que en el tercer trimestre de 2022 el número de conexiones globales de banda ancha fija creció un 1.8%, pero este incremento fue más lento respecto al segundo cuarto de ese año, debido a que la posibilidad de una recesión económica global menguó los ánimos de los consumidores, que se mostraron más reticentes a cambiar a planes de banda ancha más avanzados.

Pese a ello, Nokia -que hace una década empezó la transformación de su plan de negocio para pasar de ser un fabricante de teléfonos a un proveedor de infraestructura de red de telecomunicaciones- no vislumbra una caída abrupta en la demanda de fibra óptica, un insumo cuya demanda explotó en los últimos dos años.

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Santiago Escalona, director de Estrategia de negocios de Nokia, comenta que si bien este año se pronostica una recesión económica, considera que las empresas de redes fijas, como Megacable, Izzi, Telmex y Totalplay, no dejarán de invertir en el despliegue de fibra óptica debido a que dentro de sus estrategias está aumentar la disponibilidad de fibra para incrementar su base de usuarios, pero lo que sí podrían hacer es no aumentar sus inversiones para mantener, por lo menos, el ritmo del año pasado.

“La inversión (de fibra óptica) va a ser directamente proporcional a la demanda, la cuál está presente en el mercado. Tanto en el que apunta al usuario final como al mercado corporativo y la industria, porque recordemos que aquí ya no nada más es hablar de un sector empresarial, sino también de la industria 4.0, pues las fábricas van a necesitar cada vez cada vez más capacidad para sus operaciones”, apunta Escalona en entrevista.

Megacable invirtió para el despliegue de su red 2,745 millones de pesos en el tercer cuarto de 2022, lo que representa 40.7% de sus ingresos de ese periodo y el 39.4% de sus ventas acumuladas hasta ese periodo del año.

Mientras que Izzi, empresa de televisión de paga e internet de Televisa, al 30 de septiembre de 2022 inyectó 104.7 millones de dólares para ampliar su red. Telmex, firma subsidiaria de América Móvil, invirtió 1,450 millones de pesos, las cuales se enfocaron a la red de transporte y mejorar la red de acceso para nuestros clientes.

Soterrar infraestructura, un reto para la solvencia de las empresas

Otro elemento que podría afectar a las inversiones de los operadores de redes fijas para hacer frente a la alta demanda de conectividad, específicamente de fibra óptica, es el proyecto de soterramiento de infraestructura, debido a la alta inversión que va a requerir.

Hoy hay 14,000 kilómetros de cables desplegados en la Ciudad de México –de luz y servicios de conectividad– y ponerlos bajo tierra implicaría una inversión de 46,200 millones de pesos, de acuerdo con estimaciones de la consultora The Ciu.

Santiago Escalona asegura que el soterramiento de infraestructura implica grandes inversiones. Por ello, considera que México podría adoptar un modelo de alianza entre operadores, en donde dos o más compañías compartan los gastos para abrir ductos, taparlos y pavimentarlos, porque de otra forma "será muy complejo que las empresas los hagan de manera individual".

“Estados Unidos ha hecho esto. Se juntan dos operadores y entre ambos se dividen el costo de soterrar el cableado. Otra opción es compartir la fibra óptica, pero cada uno con su código independiente para evitar compartir información o peligros de seguridad”, explica.

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