Por su parte, Robert Opp, director digital del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP, por sus siglas en inglés) resaltó que durante la pandemia esta necesidad por la conectividad se hizo aún más evidente y en algunos casos demostró que su falta de acceso es un impedimento para el desarrollo de sectores como las finanzas, la telemedicina y los servicios públicos.
De hecho, precisó que alrededor del mundo todavía hay 2,700 millones de personas que no tienen acceso a internet. Además, resaltó que mientras que las ciudades tienen 86% de cobertura, en las zonas rurales es apenas de 42%, mientras que sólo 30% de las mujeres puede acceder, lo cual muestra las desigualdades del mundo digital.
En México, de acuerdo con datos de Statista, hasta el año pasado habían 98.2 millones de personas con acceso a internet, cifra superior a la de 2020 (previo a pandemia), cuando eran 83 millones.
Y si bien el acceso a internet es un derecho humano consagrado en la Constitución del país, para las empresas e incluso algunos organismos reguladores, como el IFT, los altos costos que impone el gobierno para explotar la banda ancha impide que más mexicanos accedan y se beneficien del internet.
Conectividad e inclusión
Opp también resaltó que para alcanzar el objetivo de una conectividad inclusiva y significativa es importante que tanto gobiernos, empresas y sociedad trabajen hacia ese mismo fin y destacó el hecho de que en eventos como el MWC estos elementos de la ecuación se puedan encontrar y hacer escuchar.
Mauricio Ramos, CEO de la compañía de telefonía, Millicom, resaltó que las empresas deben asumir el compromiso de entregar vías de acceso a la conectividad, ya que se trata de una forma de emparejar el terreno respecto a las desigualdades.
Sin embargo, también resaltó que la conexión digital por sí misma no es el objetivo, sino también se debe enseñar a las comunidades a conectarse y a mantenerse actualizadas para que sigan siendo parte de la economía digital.
Respecto a este asunto, Yoon Chang, directora de estrategia y política de la Comisión Federal de Comunicaciones del Reino Unido, sostuvo que la inversión para la educación de los usuarios no sólo debe estar orientada a los jóvenes, pues las personas adultas mayores también la requieren para estar representados y mantener las oportunidades de desarrollo.
Bobby Srinivasan, CEO de la telco Mobileum, también aportó que además del sector del adulto mayor, es necesario conectar sitios remotos y discutir respecto a cómo mejorar las condiciones para ellos, pues son zonas en donde también se puede encontrar talento valioso para la generación de aplicaciones que respondan a necesidades poco vistas.
Christopher Fabian, uno de los responsables de liderar el proyecto digital de la UNICEF, Giga, dijo que además de crear vías de acceso, también es necesario invertir en crear pueblos digitales en donde los caminos tengan punto de llegada.
Concluyó que es necesario trabajar con los reguladores para incentivar todas estas áreas de la economía y servicios digitales bajo un sistema seguro, lo cual representa un replanteamiento de las reglas, ya que estas se construyeron “hace bastantes años y no se han adaptado” a la realidad actual.