¿Qué es el internet de los sentidos y cómo impacta en la inclusión social?

Este propósito es relevante, ya que tan sólo en México, más de 7 millones de personas viven con una discapacidad. Por ejemplo, de este total, más de 900,000 padecen dificultades para comunicarse, mientras que más de 3 millones tienen una discapacidad audiovisual.

De hecho, el propio Ríos comenta que vive con discapacidad visual y usa un tipo de lentes electrónicos que le permite realizar acercamientos o ajustar los niveles de luz. Además, están conectados a 5G y los datos que recaban se van a la nube para realizar análisis de su salud visual e incluso agregar otras capas de funciones.

Una tecnología en desarrollo

Pérez destaca que se trata de una tecnología en desarrollo y se espera que su punto más alto llegue hacia 2030, pues requiere de una serie de innovaciones que se están construyendo o haciendo de uso masivo, como la Inteligencia Artificial o el uso de wearables, como relojes o lentes inteligentes, entre otros dispositivos.

De acuerdo con un estudio realizado por Ericsson Research, los usuarios en grandes ciudades esperan comenzar a explotar los sentidos en línea hacia 2030, década en la que incluso sería posible “comunicar digitalmente los pensamientos”. Aunque no se explica cómo se utilizarán.

Las expectativas de la investigación también refieren que las cinco grandes compañías tecnológicas (Amazon, Apple, Google, Microsoft y Meta), junto a otras compañías específicas por industria, “dominen y administren aproximadamente la mitad de todos los servicios del internet de los sentidos para 2030”.

Un avance que debe superar retos

Si bien esta tecnología representa una de las evoluciones más útiles de la tecnología, Ríos acepta que tiene dos grandes obstáculos: la desigualdad en cómo acceden las personas a los gadgets y las habilidades que tienen para manejarlos.

En la actualidad existe una brecha tecnológica que no permite un uso equitativo de la tecnología y se prevé que este problema se mantenga en el futuro, mientras que desde el lado de las habilidades, Ríos comenta que la educación digital también deberá contemplar estos sistemas para aprovecharlos.

“Es algo que apenas inicia y por ello las empresas deben incentivar el uso de esta tecnología”, concluye Ríos, quien también resalta que se están buscando nuevas alianzas con más empresas para encontrar formas de utilizarla en entornos cotidianos.