Retail Media: ¿influencia o manipulación de compra?
“A medida que navegas en el sitio, queremos influenciar en tu decisión de compra”, compartió Fernando Rubio, vicepresidente de Mercado Ads. Sin embargo, al cuestionarle si esto era una práctica ética para los usuarios, respondió que ocurren dos cosas.
La primera, es que todo lo que se muestra sea del interés del usuario y así, “que su vida sea más fácil”. Por ejemplo, si un usuario quiere comprar un nuevo celular y busca el producto, pero al día siguiente vuelve a buscar y se da cuenta que otro teléfono que le gustaba más tiene 40% de descuento pero no lo había visto, perdió una oportunidad. “De lo que se trata es de avisarte todas las opciones que pueden llegar a serle útiles”.
Summers complementó que de manera general, el consumo en las categorías no aumenta mucho y es bastante estable; lo único que cambia es la manera de comprar. “La gente no está consumiendo más, sino que ahora compran en línea y son decisiones de canal y de conveniencia”, compartió.
De acuerdo con la Asosiacion Mexicana de Ventas Online (AMVO), en 2022, el valor de mercado de e-commerce retail en México alcanzó los 528,000 millones de pesos con un crecimiento de 23%, siendo las principales categorías de compra: ropa y calzado, muebles y hogar, electrónicos y viajes.
Las principales razones por las que los internautas deciden comprar en línea son por la comodidad de recibir los productos a domicilio (58%), ahorro de tiempo y traslado a las tiendas físicas (49%) y porque pueden realizar sus compras desde donde se encuentren (42%).
Por otro lado, 36% contestó que una de las causas para comprar en línea es porque en internet encuentran más promociones y descuentos que en tiendas físicas.
Sin embargo, de acuerdo con Fernando Bustos , maestro en filosofía y crítico de la cultura norteamericana, uno de los principales problemas sociales que puede causar esta hiperpersonalización de los anuncios es la frustración. “Nos están bombardeando con anuncios por todos lados, diciendo que la felicidad se ve de una manera muy específica. Tener un teléfono, un tipo de coche, llevar un determinado tipo de vida (...) pero la realidad es que pocas personas se pueden costear todo lo que ven y les gusta en internet y la frustración es visible”.
Incluso, en un estudio realizado por el profesor Andrew Oswald, investigador de la Universidad de Warwick, en el que entrevistaron a 900,000 ciudadanos europeos entre 1980 y 2011 y el resultado fue que cuanto mayor es la inversión publicitaria de un país en un año, menos satisfechos se sienten sus ciudadanos.